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12/03/2002
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Cambió la mecánica

Un joven ganadero de Cienfuegos dejó atrás las herramientas para reparar autos y dirige eficazmente hoy una de las mejores vaquerías de la Empresa Pecuaria El Tablón

Ramón Barreras Ferrán

Foto: MODESTO GUTIÉRREZCUMANAYAGUA, Cienfuegos.—Yaddell Roque Díaz estudió mecánica de autos, pero ahora es ganadero. Cambió de pronto las herramientas por el manejo de las reses y por algo más complejo aún: la dirección de una vaquería de la Empresa Pecuaria El Tablón. Y se siente feliz.

Se vinculó al ganado cuando tenía 16 años. Poco después interrumpió ese trabajo y fue a cursar los estudios que lo formaron como mecánico. "Pero le confieso, siempre halé para las vacas, porque es lo que me gusta hacer, y regresé", afirma.

No tiene tradición familiar alguna que lo acerque a esos animales, por momentos mansos y a veces fieros, pero desde hace mucho vive en el poblado de Barajagua, en medio de una zona eminentemente ganadera.

A la vaquería típica número 13 que él dirige con solo 26 años, la mejor de la UBPC Los Cocos y una de las más destacada de la empresa, no llegó por casualidad. El Comité de Base de la UJC en el que milita le dio la tarea de "salvar la unidad", pues los resultados integrales, fundamentalmente en la producción lechera, eran pésimos.

Se fue a vivir al área que ocupa la vaquería con su esposa y sus hijos pequeños y junto con otros dos jóvenes enfrentó la difícil tarea. Ya lleva un año de jefe y el cambio en todos los sentidos ha sido muy notable. Logran en período de sequía un promedio de casi cinco litros por vaca y sobrecumplen todos los días el plan de entrega para la industria, solo el 3% de la masa está sin gestarse y la mortalidad dejó de ser un problema.

"Le cogimos rápido el paso a esto. Aquí hay que estar permanentemente, sin dejar de trabajar aunque sea sábado, domingo o fin de año. Yo no soy fiestero y aquí está clara la decisión de que siempre tenemos que estar, por lo menos, dos de nosotros atendiendo al ganado", apunta.

La falta de experiencia la ha suplido con el asesoramiento de viejos ganaderos. "Siempre hemos tenido el apoyo del administrador de la UBPC y del secretario general del núcleo del Partido, que es un hombre que lleva más de 25 años en las vaquerías y cada vez que necesito me da una idea, una sugerencia, un consejo".

Todos los días Yaddell se levanta a las 4 de la madrugada y no descansa hasta pasadas las 6 de la tarde. "Este es un trabajo fuerte, porque además de hacer los dos ordeños hay que alimentar bien al ganado, cuidarlo, atenderlo si se enferma... Si a uno no le gusta esto, nada tiene que hacer en una vaquería".

En la unidad típica 13 para defender la calidad de la leche que entregan al combinado lácteo Escambray no solo lavan la ubre de la vaca, sino que también la secan. "Eso no se hace en muchos lugares, pero nosotros lo cumplimos al pie de la letra, porque aunque parezca que no, siempre el agua que queda se escurre y se mezcla con la leche y la afecta", explica el joven ganadero.

Ese colectivo juvenil que lleva el nombre de Cuenta conmigo y que ostenta la placa de Unidad Modelo es uno de los diez existentes en las dos empresas pecuarias del municipio cienfueguero de Cumanayagua.

Según él confiesa, ya recuerda muy poco de mecánica de autos, pero ha ido aprendiendo bien las labores de atención al ganado y la producción de leche. El cambio valió la pena; la ganadería también requiere que se "aprieten bien las tuercas y los tornillos".

12/03/2002

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