Portuarios, hoy puede ser un gran día, Agricultores ¿y mañana también?

Marcos Ortega, con sus lanzamientos rompientes, preciso en el control y con dominio en sus comandos de pitcheo, ahogó en puerto habanero-mayabequense a Agricultores, y ha puesto a Portuarios a las puertas del título de la i Liga Élite de Beisbol.

Es cierto que la ofensiva de su equipo no dejó lanzador tunero-granmense sano, inmisericordemente castigados al soportar 17 jits, cuatro de ellos jonrones. Sin embargo, ante el ataque más temido de la lid, la faena de Ortega es de las mejores de un pitcher frente a esos bateadores, a lo largo de todo el calendario.

En seis entradas y un tercio redujo a cinco imparables la producción de sus rivales, que venían de aplastar, con esa misma cantidad de inatrapables, entre ellos tres dobletes, al abridor Pavel Hernández, quien toleró todo eso en un inning, el segundo, cuando le anotaron cuatro carreras. Pero llegó Ortega y mandó a parar, ponchando a tres y otorgando igual número de boletos.

Los del Puerto volvieron a venir de abajo, aprovechando la labor de su relevista, para desmontar la ventaja e irse arriba, con una inusual descarga jonronera de cuatro cuadrangulares, los cuales encontraron un corredor en base para multiplicarlos hasta llegar a los ocho registros ganadores.

Uno de esos bambinazos fue el de Denis Laza, de quien su mentor, Michael González, había dicho que no lo quitaría de tercer bate, que era su pelotero más importante, el que lo trajo hasta aquí, y le dio todo su respaldo. Este no lo hizo quedar mal, y ayer largó soberbio vuelacerca, con el que empató a cuatro el partido y, además, dio un tubey. «Agradezco mucho esa confianza, no han sido pocos los años juntos, me siento feliz por haberle respondido», expresó Laza.

González ratificó a José Ignacio Bermúdez para hoy, en el crucial quinto encuentro. «Se lo ha ganado, fue el líder de carreras limpias del torneo, y de gran aporte a nuestra causa. Tendremos a Yadián Martínez en el bullpen y, a diferencia de ayer, contamos para el cierre con Marlon Vega y Andy Vargas, dos cartas de triunfo. Este jueves se acaba la Élite», aseguró, retadoramente.

Pero así no piensa el experimentado mentor de Agricultores. «Vinimos a San José a llevarnos el play off de vuelta, y para eso hay que ganar dos juegos, ya tenemos uno, el otro será el de mañana (hoy). Creo que podemos, este es un equipo grande, de hombres muy curtidos, enfrentándose a un elenco que impresiona en el campo, por la manera en que lo está haciendo. Mis respetos para ese buen beisbol», afirmó Carlos Martí, quien le dará la bola a César García en la apertura del decisivo duelo, con Kelbis Rodríguez y Alberto Pablo Civil detrás. Anunció, además, que valora posibles cambios en la alineación.

Una de las bujías verdes, Yosvani Alarcón, tuvo, también, palabras de elogio y reconocimiento para sus adversarios, pero advirtió que sus compañeros no han entregado las armas. «El ánimo no ha caído, está por los cielos, y habrá que darlo todo en el quinto desafío, hay que comerse el terreno de pelota. Somos un equipo que se crece ante los retos por grandes que sean, y el que tenemos delante lo es. Pero les digo algo: nos veremos en Bayamo», le dijo, sonriente, a los periodistas.

Más allá del optimismo de Alarcón, lo cierto es que la escuadra oriental tiene una gran deuda con el pitcheo rompiente, porque sus bateadores lucen muy mal ante ellos. Por otro lado, si sus lanzadores no frenan el ímpetu de la tripulación de la nave, y por lo visto no se divisa quién pudiera amarrarla, hoy pudiéramos tener al campeón y al representante de Cuba en la Serie del Caribe, el mes próximo, en Venezuela.

Este jueves la sombra del misterio del quinto partido volará sobre el estadio de San José de las Lajas. Ese enigma que rodea al juego cinco de los play off recoge que, en más de un 60 %, el ganador termina siendo el campeón. Así ha sido en la pelota cubana. Si vence Portuarios se confirmaría, si cae, lo único que habría obtenido Agricultores sería llevarse la final para Bayamo, pero tendría que triunfar en dos para que el entresijo, aunque cueste entenderlo, salga de su interior para hacerse realidad.