Japón decide hoy sobre aficionados en los Juegos Olímpicos

Un importante tema ha estado presente desde el mismo momento en que el coi, el Comité Organizador y el Gobierno de Japón postergaron, por la pandemia, los Juegos de Tokio: la asistencia de público en las gradas se decidirá hoy.

En aras de agregarle ese condimento sustancial al evento, en meses anteriores los partidos de béisbol profesional nipón probaron llevar aficionados a los estadios y hubo una competencia internacional de gimnasia con resultados satisfactorios, pero la COVID-19 sigue al acecho, y eso ha llevado a determinar, este lunes, si se permitirá la presencia de espectadores nacionales, hasta 10 000 por evento. Los aficionados extranjeros ya no estarán.

El Gobierno de la ciudad canceló el pasado sábado los seis espacios públicos donde instalarían pantallas para ver los Juegos. La medida fue aprobada por el primer ministro Yoshihide Suga, en tanto medios de prensa indican que la decisión de permitir aficionados en las gradas se tomará independientemente de la oposición de los expertos médicos.

Todo esto acontece mientras en Budapest hubo 67 000 personas, en el partido Hungría-Portugal de la presente Eurocopa de fútbol. Frente a esta realidad, el secretario jefe del gabinete japonés Katsunobu Kato afirmó que la decisión sobre la asistencia a los estadios se tomará teniendo en cuenta las condiciones de la infección por el coronavirus y sus variantes en Japón.

El estado de emergencia sanitaria en Tokio, desde finales de abril, se levantará hoy, casi a un mes de los Juegos, aunque se mantendrán restricciones para negocios como bares y restaurantes.

Otra medida para cuidar la salud de los atletas, desde los Juegos Olímpicos de Seúl-1988, es la repartición de miles de condones para prevenir enfermedades, pero en esta ocasión, los japoneses sugieren no utilizar los 160 000 que serán distribuidos. Ya se han hecho públicos los protocolos anti-COVID-19 que los deportistas deberán cumplir en Tokio, en los que se recogen sanciones, como multas, descalificación o incluso expulsión del país.