En extremo difícil ha sido el contexto económico en que se ha desenvuelto el país durante el año, lo que incide en el feliz desarrollo de los proyectos que defienden sus instituciones culturales; sin embargo, la voluntad de llevarlos al escenario para el que han sido concebidos sigue intacta y para ello se realizan ingentes esfuerzos, que son otro modo de mostrar la resistencia de la Isla.
De estas actitudes da fe el Instituto Cubano del Libro (ICL), que organizó y desplegó, entre febrero y marzo, en todas las provincias del país, la 33 Feria Internacional del Libro. El evento, como regalo al público lector, presentó el primer lote de la Biblioteca del Pueblo, un propósito que era preciso retomar, y en el que 58 títulos de lo mejor de la literatura cubana y universal vieron la luz, de forma impresa y en formato digital. En el más populoso de los eventos culturales cubanos, se vendió más de medio millón de libros y más de dos millones de personas asistieron a sus predios.
Los espacios emblemáticos en que el libro cobra protagonismo, tales como el Sábado del Libro, El autor y su obra, y los destinados a la promoción, por solo citar algunos, no dejaron de celebrarse. Para ello, ha sido fundamental el esfuerzo de todo el sistema editorial cubano, cuya fortaleza la constituyen, junto a las editoriales, sus escritores, promotores, diseñadores y trabajadores en general que, no sin grandes retos, hacen que el libro forme parte de la vida cultural del país.
En medio de un elevado costo del papel, más difícil para Cuba debido al bloqueo económico, comercial y financiero que le impone Estados Unidos, el libro electrónico ha sido, y seguirá siendo, una alternativa respecto al impreso. Durante 2025, se terminaron más de 1 200 libros electrónicos, en tanto, más de 70 editoriales se han sumado a la confección de títulos en este formato.
El ICL realizó un arduo trabajo con sus inventarios, para contribuir, junto con los libros electrónicos y las novedades que lograron publicarse, a sostener esa presencia. De las 193 librerías que cuentan en el país, todas mantuvieron sus puertas abiertas.
Aunque de cara a la 34 Feria, a inaugurarse en febrero de 2026, en este periodo se ha estado trabajando en el segundo lote de la Biblioteca del Pueblo, con 93 nuevos títulos, que se irán imprimiendo en la medida en que hacerlo sea posible. Del Sistema de Ediciones Territoriales, se han estado terminando 160 libros pendientes y otras 320 novedades.
Se realizaron el Festival de la Montaña, el Festival Leer la Historia, las expediciones culturales a los municipios capitalinos, y se efectuó el tercer Festival del Libro en los centros penitenciarios, a los que se les donaron no pocos ejemplares. También, en esa condición, llegaron libros a las provincias afectadas por el huracán Melissa. Las más de 500 bibliocasas, ubicadas por todo el país, permanecieron funcionando, con un catálogo enriquecido por visitantes extranjeros a la pasada Feria.
No hay un solo evento nacional que no reclame la presencia del libro y de los escritores. En el Festival Granma-Rebelde, el Festival de Cine, en los espacios dedicados a la música, la plástica, el teatro…, ha estado el libro, ese invitado de lujo que siempre accede a participar y acompañarlos.
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