Mucho más mesurados que los Oscar, a los Premios Emmy de algunos de los últimos años los distinguió la honestidad en el veredicto, como sucedió en la más reciente edición de estos lauros que reconocen las obras de mayor relevancia de la industria televisiva, conferidos hace pocos días en Los Ángeles.
No nos equivocamos en esta sección cuando comentábamos Adolescencia, al pronosticar que esa producción británica iba a llevarse las principales distinciones del año en su rubro.
En efecto, Stephen Graham (el padre) y Owen Cooper (el hijo) merecieron, respectivamente, el Emmy al Mejor Actor Protagónico y Secundario, dentro de la categoría de Miniserie, apartado en el cual el formidable drama filial de cuatro episodios –filmados en plano secuencia (sin cortes)– obtuvo la máxima recompensa del evento.
Además del mérito en Guion, recaído en Jack Thorne/Stephen Graham, así como el de Dirección, a cargo de Philip Barantini, Adolescencia recibió el premio a la Mejor Actriz Secundaria en Miniserie para Erin Doherty. Ella encarnó, con pleno oficio, a la sicóloga infantil que, en el tercer capítulo, interacciona con el adolescente acusado de asesinato.
Tampoco hubo desacierto al otorgarle el lauro como Mejor Serie Dramática a The Pitt, el más rotundo drama médico que haya salido en largo tiempo de las cadenas estadounidenses. Crítica social sin ambages al sistema de Salud de Estados Unidos, remite a Sicko, el documental de Michael Moore que retrata sus falencias y profundas divisiones sociales.
Noah Wyle, como Mejor Actor Protagónico de Drama por The Pitt, no tenía rival este año. Su interpretación del jefe médico de un hospital de Pittsburgh es puro nervio, precisión y equilibrio.
Nada que rebatir igualmente en el área de Mejor Actriz Protagónica de Drama para Britt Lower, por Separación, cuyo desempeño ponderamos al reseñar la serie en nuestra sección.
Inobjetable resulta el de Mejor Actriz Protagónica de Comedia para Jean Smart en Hacks. Es el cuarto que ella recibe por el personaje central de la humorista Deborah Vance, que ha compuesto en las cuatro temporadas de esta serie. La divina Smart borda en esa pieza audiovisual uno de los personajes más entrañables de la teleficción mundial de la década.
Sus broncas y reconciliaciones con Ava, su escritora de sketches, definen una de las relaciones de amor y odio más hilarantes (también cargadas de humanidad) vistas en el medio.
Justo Hannah Einbirder, por el papel de Ava, se granjeó el Emmy en Mejor Actriz Secundaria de Comedia, otra decisión sin mácula.
Aunque de entrada este comentarista presentía que Hacks no obtendría otra vez el premio en Mejor Serie de Comedia (recibió el Emmy del año anterior, e igual varios Globos de Oro), definitivamente no me acaba de convencer la entrega del reconocimiento a la serie El estudio.
Constituye un trabajo que, a la manera de Sugar, se supone que los cinéfilos deberíamos amar, pero (al margen de sus virtudes, que también las tiene), su mirada al ombligo de Hollywood me parece simplista, estereotipada, y su matiz crítico se difumina entre la timidez o los deseos de quedar bien con los dueños de la industria.
Cuando se compara con el resto de los nominados, sí resulta sensata la concesión del Emmy en Mejor Actor Protagónico de Comedia a Seth Rogen, por El estudio, en la cual también recayó el premio a Mejor Guion en su categoría, así como otros más.
No conferirle a Cate Blanchett el Emmy a la Mejor Actriz Protagónica en Miniserie por Disclaimer supuso la única nota falsa del evento. Parece que es el destino del portento australiano. Ya la habían privado del Oscar 2023 por su colosal interpretación en Tár.
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