
Para el bajista, compositor y productor estadounidense Michael League, presentarse en esta edición 40 del Festival Internacional de Jazz Plaza es volver a disfrutar de la «mezcla de culturas musicales que tenemos en el escenario», pero ahora con una nueva propuesta que parte de la música yoruba y afrocubana: Elipsis.
En esta integración, League, junto al cubano Pedrito Martínez y al mexicano Antonio Sánchez, revela no solo su profundo respeto por la tradición musical cubana, sino también su deseo de crear puentes culturales a través de la música.
No es la primera vez que este músico se ha vinculado a proyectos con artistas cubanos, pues en anteriores ediciones del Festival, su música ha resonado junto a Eliades Ochoa, Harold López-Nussa y Los Muñequitos de Matanzas, entre otros.
Con un estilo relajado, el también fundador de la icónica banda Snarky Puppy conversó con Granma para compartir su perspectiva sobre la música, la tradición y su experiencia en la Isla.
–¿Cuál es el propósito fundamental de la agrupación?
–En este grupo, todo lo que hacemos gira alrededor de esa tradición. Lo que estamos intentando hacer es poner esa tradición yoruba en un nuevo contexto sónico con teclados, guitarra, batería; la mezcla de estos ingredientes, en teoría, pone a la música yoruba en «ropa» diferente.
–¿Qué espera del público cubano en este Festival?
–La cultura musical aquí es increíblemente profunda y rica. Todos los músicos que la conocen sienten mucho respeto por ella. Para gente como Antonio y yo, que no somos cubanos, es un regalo estar aquí y compartir con músicos de esta tierra, y también con su público; y obviamente, como lo hacemos con dos cubanos en la banda, es aún más especial, porque hay entendimiento profundo entre ellos y el auditorio.
–¿Ha representado alguna dificultad para usted estar aquí?
–Es mi séptima u octava vez aquí, entonces, para mí, Cuba es como un hogar fuera de mi hogar. Tengo muchos amigos aquí, amistades muy lindas.
«Obviamente la primera vez que vienes como estadounidense no sabes qué esperar, porque Cuba es un país aislado de alguna forma del mundo exterior; pero cuando llegas aquí, te das cuenta de que es un país como cualquier otro, con su cultura única, y de ella se aprende mucho como extranjero. Es algo que tienes que experimentar».










        
        
        
        
        

COMENTAR
Responder comentario