El cine y los espectadores cubanos guardan deuda de gratitud con Manuel Pérez, por la realización de una película del tamaño de El hombre de Maisinicú (1973), adelantada a su tiempo en su concepción/puesta en pantalla, y cuyo aporte a la interpretación de sucesos de la historia revolucionaria resulta impagable.
El compromiso con el pasado patrio se establece desde el conocimiento, y no siempre las instancias pedagógicas poseen la capacidad de reproducir la historia desde las coordenadas del ardor, del frenesí, de la lucha y del sentido del ideal de un hombre en pos de su causa, como lo fue Alberto Delgado. El filme sí lo pudo, con creces.
El perfil humano del joven agente de la Seguridad del Estado –quien tanto contribuyó a la desarticulación de las bandas contrarrevolucionarias concebidas y financiadas por el Gobierno de ee. uu. para operar en el Macizo de Guamuhaya– quedó nítidamente delineado para la posteridad, gracias tanto al guion de Manuel Pérez/Víctor Casaus como a la hidalguía interpretativa de ese purasangre de la actuación llamado Sergio Corrieri.
En su mediometraje documental Maisinicú, medio siglo después (2024), el realizador Michel Lobaina no solo homenajea al clásico de la filmografía nacional a raíz del medio siglo de su estreno y los 60 años del asesinato de Alberto Delgado; sino que además se convierte en mediador entre aquella película y el joven público criollo, en pos de que este la descubra o redescubra, vea, piense y debata.
El valioso trabajo de Lobaina forma parte de las presentaciones especiales de un 45 Festival que también insertó dentro de ese apartado a Oriki para Bola de Nieve, a través del cual la realizadora Lourdes de los Santos brinda bienvenida visibilidad fílmica a uno de los emblemas de la música criolla e iberoamericana.
Todo quien ame al pentagrama nacional, y a la cultura patria en general, amará este filme documental que guarda especial preocupación por poner en perspectiva la grandeza artística de Ignacio Jacinto Villa y Fernández (1911–1971).
Alguien podría espetar que ello no resulta primordial, habida cuenta de que su huella es harto conocida, pero me temo que se equivocaría. En un presente dominado por una avalancha audiovisual de monografías, reportajes y documentales mediocres sobre fenómenos de marketing inventados por el mercado, deviene más que relevante sopesar el relieve creativo de nuestros mitos, su alcance, jerarquía y vigencia, mediante títulos fílmicos como Oriki para Bola de Nieve. Y proponérselos a las hornadas emergentes de espectadores, abrumados por vendavales informativos acríticos, casi nunca interesados por justipreciar a los reales paradigmas de nuestra región.
Dentro del segmento En Perspectiva (Cortometrajes) puede verse Mujeres de fe… señales de lealtad (Lizette Vila, Sergio Cabrera, Ingrid León, 2024), el más reciente aporte documental del Proyecto Palomas Casa Productora para el Activismo Social, que fue preparado, según palabras de Vila, en tanto aporte al Programa Nacional para el Adelanto de las Mujeres y el nuevo Código de las Familias.
Esta decena de historias de mujeres, religiosas, patriotas y muy cubanas, revela la especial sensibilidad de creadores y entrevistadas.
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