ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Richard Egües fue un flautista y compositor excepcional, orgullo de nuestra música y cultura. Foto: Eduardo Mojicas

Los centenarios –que son una clave para apreciar el indetenible paso del tiempo– deben celebrarse como corresponde, con razones y a todo tren, como me dijo en días pasados el historiador Eduardo Torres-Cuevas quien publicara, en época reciente, todo un estudio, en realidad más que una monografía, una rigurosa enciclopedia sobre el mito que es, en nuestra música popular, la célebre Orquesta Aragón, de Cienfuegos.

Tal vez muchos recuerden todavía, en especial la musicóloga Zoila Lapique Becali, que el gran flautista y compositor Richard Egües (Cruces, 1923) llegó a su centenario el 26 de octubre del año pasado. El azar concurrente y la buena memoria de sus admiradores en la Isla, el continente y el mundo entero, han hecho posible que volvamos hoy sobre sus huellas y sus indiscutibles clásicos, como lo es el universalmente conocido chachachá El bodeguero, entre otros. Viejo tesoro del imaginario popular de los cubanos en el siglo xx, esa pieza marcó un hito en la preferencia y, claro está, en nuestra memoria colectiva.  No hay duda posible: Estás y eres, así, un hermoso baluarte de nuestra cultura.

Así que estamos todos juntos para silbar aquellos compases inolvidables y, de paso, pagarle a Richard la inmensa deuda de estar entre nosotros, como siempre, para siempre, este insólito 26 de octubre, cuando celebremos, de todo corazón, sus primeros cien años… y uno más.

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Pedro Pablo Roque dijo:

1

26 de octubre de 2024

14:50:33


Bastante que bailé y disfrute, en mi juventud, bailando con la Aragón . FELICIDADES RICHARD EGUES.

JuanZ dijo:

2

28 de octubre de 2024

15:56:45


La Aragón, un sonido único, incomparable, un acople de voces perfecto y como solistas Olmo y Bacallao los mejores y qué decir de la flauta de Richard Egues, inconfundible y los pasillos de Bacallao siguiendo la flauta,todo un espectáculo para ver, escuchar y bailar. En cierta ocasión, estudiaba en la URSS y escuchaba un disco de la Aragón y un joven soviético al escucharlos me preguntó en qué academia de la URSS habían estudiado esos cantantes, lo miré, me sonreí y atiné a decirle, molodoi chiloviec esa es Cuba, así somos todos los cubanos, muy musicales.