La caridad de los indios, Guantánamo.–La sensación es como de jinete a caballo trotón en una vereda angosta, dañada por canarreos y chichones pedregosos, y ladeada por precipicios de vértigo. De esos sobresaltos, los integrantes de la Cruzada Teatral Guantánamo-Baracoa, en su XXXIV edición, solo quedaron libres al llegar a esta comunidad, después de hora y media encima del Kamaz triple, que desde el norte del batey del antiguo central Manuel Tames atravesó el lomerío y los condujo hasta aquí.
Intrincadas raíces tiene Cuba en este paraje de dificilísimo acceso, asiento, desde hace más de medio milenio, de aborígenes que, para escapar del exterminio español, buscaron refugio en la espesura de las montañas. De tanto adentrarse arribaron aquí, para fundar la después bautizada como La Caridad de los Indios. Hasta el inicio de la segunda mitad del pasado siglo debieron pagar un alto precio por su aislamiento; hoy todavía conservan, casi intactos, sus rasgos étnicos y faciales, y algunas ancestrales costumbres.
Tienen un cacique, Panchito, y un templo donde veneran a su deidad; en momentos puntuales retoman sus vestimentas originarias y sus collares hechos de caracoles; ensayan danzas, cantos y ritos de la época en que eran los únicos habitantes de nuestro archipiélago.
Igual celebran, agradecidos, efemérides como el 10 de octubre, el 1ro. de enero, el 26 de julio, el 13 de agosto, el 2 de diciembre… Y también la presencia de visitantes como los «cruzados» del santiaguero Teatro Campanario, cuya presentación aquí, transcurrió entre aplausos y carcajadas, tributo de adultos locales y de los niños de la escuela primaria, quienes interactuaron con los artistas.
La presentación fue breve, pues otros barrios esperaban por ella en las horas siguientes; pero deleitó desde su primer minuto a un público que, no obstante, se mostró inconforme al final, precisamente porque su deseo era que el espectáculo continuara.
Pobladores de La Güira, Jamaica, Honduras, El Guaso, el batey Manuel Tames, Ciro Frías y El Sigüal, han mezclado su arte con el que les trae la Cruzada en su actual edición, iniciada el pasado día 28, en homenaje a José Martí, en su aniversario 171, a los 65 años de la Reformas Agraria, y a los 30 del actor y titiritero Emilio Vizcaíno, fundador y actual líder del singular proyecto comunitario.
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