ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Roger Waters en Montevideo, donde organizó un encuentro sobre Palestina y los derechos humanos. Foto: Tomada de Telesur

De entre los horrores vividos durante la Segunda Guerra Mundial, lo que dejó en vilo a los pueblos del mundo fue el descubrimiento, por parte de los vencedores en esta contienda, de la existencia de los tristemente célebres campos de concentración de Auschwitz y Buchenwald, ubicados en Polonia y Alemania, respectivamente.

Concebidos por Hitler, como complemento del plan que le permitiría llevar a cabo la llamada solución final del problema judío, en los mencionados campos, al igual que en otros, se procedió al exterminio sistemático de la población judía y de otros grupos humanos por el régimen nazi.

A este lúgubre y escabroso pasaje de la historia contemporánea, en que fueron ultimados más de seis millones de judíos, se le conoce como el Holocausto. Lo que resulta difícil de concebir es que, al cabo de casi 80 años de aquellos cruentos sucesos, seamos testigos de un nuevo exterminio que, en esta oportunidad, es llevado a cabo por el ejército israelita contra de la población civil palestina de la Franja de Gaza.

Más allá del enfrentamiento entre las tropas sionistas y la resistencia armada de Hamás, ha quedado evidenciada la voluntad del Gobierno de Israel de masacrar tanto a niños como a mujeres y ancianos que vivan en la Franja. Los gazatíes que han sido asesinados hasta la fecha superan la cifra de 19 000 víctimas  en solo más de dos meses, por lo que no se encuentran seguros ni en el norte ni en el sur, como tampoco en hospitales o instituciones de la onu. Ni siquiera los sobrevivientes podrán regresar a sus hogares, al haber sido estos destruidos por las bombas y los cohetes del Estado sionista, acción concebida también como una solución final para expulsar a los palestinos de sus propias tierras.

Ante semejantes actos de barbarie, músicos como Roger Waters –fundador del mítico grupo británico Pink Floyd– en los conciertos realizados por diferentes ciudades latinoamericanas, ha alzado su voz para denunciar la urgente necesidad de alcanzar un alto el fuego que pueda contener el genocidio. En contraposición, la derecha, en países como Argentina, ha intentado sabotear las presentaciones públicas de Waters, prohibiéndole sacar imágenes de la bandera palestina, o le han cancelado el hospedaje en hoteles que estaban reservados para él y sus músicos.

Otro acto solidario lo protagonizó el guitarrista y compositor Eric Clapton, quien el pasado 8 de diciembre ofreció en Londres un concierto benéfico, con el objetivo de recaudar fondos para medicinas, y la guitarra apareció pintada con los colores de la enseña palestina.

En Argentina, el cantante León Gieco ha ensanchado la dimensión humanista de su antológico tema Solo le pido a Dios, al punto de convertirlo en una canción de imprescindible escucha en estos momentos. Gieco ha invitado a la vocalista árabe Nuri Nardelli y al cantante judío Gastón Saeid para interpretar juntos, y por primera vez, la emotiva pieza en castellano, árabe y hebreo, con la esperanza de que su mensaje pacifista encuentre cobijo en el corazón de los ciudadanos de países, en el convulso mapa del Medio Oriente.

COMENTAR
  • Mostrar respeto a los criterios en sus comentarios.

  • No ofender, ni usar frases vulgares y/o palabras obscenas.

  • Nos reservaremos el derecho de moderar aquellos comentarios que no cumplan con las reglas de uso.