ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
La obra Oficio de Isla, bajo la dirección de Osvaldo Doimeadiós. Foto: Miguel Febles Hernández

Camagüey.–Además de disfrutar por estos días de dos excelentes puestas en escena, en espacios abarrotados de público, los especialistas presentes en el ciclo inicial de la Jornada Ciudad Teatral tuvieron oportunidad también de analizar y tomarle el pulso al estado actual de las tablas cubanas.

Profesores, estudiantes y personalidades invitadas encontraron en la Academia de las Artes Vicentina de la Torre, donde transcurrió el segmento teórico, un manantial de sabiduría a través de las vivencias, consejos y anécdotas de la premio nacional de Teatro Verónica Lynn, a quien está dedicado el evento.

«El teatro no es solo diversión, sino tribuna donde se exponen las problemáticas de la sociedad», expresó la actriz, quien insistió en lo imperioso que resulta conservar los valores culturales e identitarios de la nación, para evitar que sean absorbidos por los efectos de la colonización cultural.

Esa línea de pensamiento marcó el contenido del panel El teatro cubano: luces y sombras, en el que prestigiosos teatrólogos, dramaturgos y críticos de arte enunciaron los retos a enfrentar por la creación teatral, en nada ajena a la compleja situación económica y social que atraviesa hoy el país.

Los especialistas coincidieron en afirmar que, además de las dificultades de la vida cotidiana que gravitan sobre el teatro, el principal desafío es de orden ético, de compromiso de quienes intervienen en el proceso creativo con su colectivo, en momentos en que «se pierde gente, afectos y presencias».

Durante el debate se abordaron asuntos relacionados con los modos de producción y la necesidad de atemperarlos a las actuales circunstancias, para lo cual se requiere de otras dinámicas de funcionamiento que estimulen la creación y eviten que se pierda tan rico legado y los portadores de esos saberes.

A pesar de los pesares, se dijo, hay núcleos creativos que, sin detenerse ante ningún obstáculo, siguen haciendo teatro y lo hacen muy bien, con propuestas escénicas de calidad incuestionable, para bien de un público que colma las salas en busca de alicientes enriquecedores de su espiritualidad.

Así ocurrió con las obras Oficio de Isla y Luz, del grupo Nave Oficio de Isla Comunidad Creativa, bajo la dirección de Osvaldo Doimeadiós, y con el espectáculo Sinfonía Con De Nada, a cargo del actor Kike Quiñones y el Centro Promotor del Humor, con el acompañamiento de la Orquesta Sinfónica de Camagüey.

Así se espera que ocurra con el resto de las puestas en escena seleccionadas para presentarse, desde ahora y hasta el mes de junio próximo en tierra camagüeyana, como parte de la Jornada Ciudad Teatral que, desde su primer capítulo este mes de enero, les ha dado la razón a quienes la concibieron y organizaron.

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