ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Portada del disco Como nunca nadie Foto: Desconocido

«El haber trabajado varias producciones con Ovidio González, además de reiterar el placer que implica compartir con un excelente artista y entrañable amigo, nos obliga a buscar en cada entrega, “lo novedoso”, “lo atractivo”, de manera que grabar no se convierta en el mero hecho de registrar canciones, sino en el propósito de construir un espectáculo sonoro, capaz de conquistar a un público exigente», aseguró a Granma, el productor José Manuel García, al referirse al disco Como nunca nadie..., de Ovidio González y el Septeto Nacional Ignacio Piñeiro, de Bis Music, de Artex.

Si de conquistar a un público exigente se trata, con toda seguridad puedo afirmar, luego de haber escuchado  el disco muchas veces que esta, la más reciente producción discográfica de Ovidio, es un producto que desde la primera de sus canciones hasta la última (12 en total) conforman un fonograma que, no solo conquista, sino que atrapa a quien lo escucha. Este producto bien vale la pena, lo que sin dudas se agradece y agradecerá más allá de los tiempos de la COVID-19.

Como nunca nadie..., de Polo Montañez; Necesito un bolero y Solo para dos, de Tony Ávila; Más allá, de Carlos Varela; En la penumbra, de Pavel Urquiza; Menos mal, de Descemer Bueno y Qué distracción, de Silvio Rodríguez, son algunos de los temas que forman este producto que sellan, además de  la voz de Ovido, la de Pancho Céspedes, Pedrito Calvo y  la de su coterráneo Silvio Rodríguez.

Los arreglos estuvieron a cargo de Lino Lores, guitarrista y orquestador, quien logró llevar  al estilo del Septeto el sonido electrónico de la guitarra y el teclado logrando una perfecta simbiosis experimental y enriquecedora, que nos hace vivir «una fantástica y agradable aventura auditiva». Y en esa plenitud hay que destacar, por su puesto, la participación del Septeto Nacional Ignacio Piñeiro, agrupación que a pesar de los años de existencia que tiene logra mantenerse siempre activa, fiel a la tradición y raíz de su fundador, ese gran poeta y músico que fue Ignacio Piñeiro, pero asimilando a la vez las nuevas tendencias musicales, las que a la postre hacen suyas también.

Francisco David Oropesa Fernández, director del Septeto Ignacio Piñeiro, reconoce que fue interesante trabajar en este disco junto a un cantante excepcional como lo es Ovidio González, quien a pesar de llevar varios años viviendo en Ecuador, no olvida su tierra natal y vuelve siempre a ella para hacer muchos de sus discos.

Definitivamente es mi consejo recurrir a Como nunca nadie..., cada vez que tengamos deseos de disfrutar de una agradable compañía. De vivir esa combinación de «lo nuevo con lo viejo», de lo autóctono con lo universal, a través de la música y de un artista como Ovidio González, cuya voz sigue sorprendiendo lo mismo cuando interpreta un bolero que una canción.

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