
De entre las diversas manifestaciones artísticas de la cultura, la música ocupa un lugar preferencial en nuestras vidas. Tan es así que Leo Brouwer da por seguro que, «si nos quedáramos sin música 48 horas, absolutamente 48 horas seguidas (…) podría haber una catástrofe mundial».
Los que gustan de bailar, necesitan escuchar este tipo de música por lo menos para mover el espíritu, aunque necesariamente no se encuentren en una fiesta; mientras que están los otros que se deleitan con el virtuosismo alcanzado por profesionales ejecutantes que admiran profundamente. Sin embargo, hay a quienes, como es el caso de este escribidor, las hermosas melodías de emotivas canciones, sencillamente se le convierten en un refrescante aliciente para creer todavía más en el regocijo de lo que significa vivir al regazo de semejante música.
Tal es el caso del disco Lo que dice mi cantar, del trío Palabras (Muxia Music), premio en la categoría de Cancionística en la presente edición de Cubadisco. A pesar de encontrarnos abrumados más a menudo de lo que uno espera por aquellas canciones de esencias reprochables, escuchar las excelencias de este trío villaclareño representa el destello de una sonoridad que, como el tocororo, lleva impregnada los colores de la enseña nacional y que se resiste del mismo modo que el ave, a permanecer en cautiverio al precio de su propia existencia.
Pecan los que consideran que la obra ejecutada por el trío Palabras forma parte de un folclorismo trasnochado que rememora la acogida popular que tuvieron los tríos en su momento de esplendor. Todavía es peor el desacierto cuando se tiene la opinión de que las glorias musicales de antaño son portadoras de una sensibilidad incomprensible para la juventud de estos tiempos. Que se lo pregunten a Vania Martínez, Liane Pérez y Nubia González, las jóvenes integrantes del trío en cuestión, quienes han dado la respuesta oportuna en el disco galardonado a partir de una magnífica selección de los temas escogidos además de la entrega y el respeto con que interpretan clásicos como Tristezas, de Pepe Sánchez, Pensamiento, de Teofilito, y La ausencia, de Alberto Villalón.
Quedarse cautivado por cualquier música que evoque los sentimientos sublimados del amor, no tiene época ni estilo. Solo que hay que hacerlo bien, muy bien como lo ha logrado el cantar que nos obsequia el trío Palabras.
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