ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Foto: La Vanguardia

Empeñada hasta el último momento en reinventar artísticamente la realidad, murió la cineasta Agnés Varda a los 90 años de edad.

Le decían la abuela de la Nueva Ola francesa, pero de abuela aquietada por los años no tenía nada, ni en la manera luminosa de asumir el cine, ni en la articulación vibrante de su verbo, a toda hora en defensa de las ideas de izquierda y en pro de la liberación de las mujeres («El prototipo de maniquí continúa. Tengo la impresión de que no hemos avanzado tanto. Las portadas de las revistas siguen llenas de mujeres cosificadas. Siempre será un asunto de ricos contra pobres, de capital contra trabajo»).

Habría que recordar a una Habana cinéfila conmovida con aquel filme suyo del año 1962, Cleo de 5 a 7, realizado con aire vanguardista y en tiempo real. En ese mismo año había estado en Cuba, visita de la cual  saldría el documental Saludos, cubanos, y un testimonio fotográfico del pueblo y sus dirigentes de gran impacto artístico y social.

La experimentación predominó en ella a lo largo de una carrera de más de 40 filmes, entre documentales y ficción. La felicidad, de 1965, historia de una infidelidad con escenas eróticas «subidas de tono» para la época, es bien recordado por todos aquellos que desbordaron los cines del país para no perdérsela y luego, irremediablemente, discutirla en interminables polémicas.

Sin techo ni ley, de 1985, con una joven Sandrine Bonnaire, es uno de los mejores exponentes de algo que no se cansó de repetir la cineasta: «Nunca he rodado historias burguesas; he preferido dedicarme a retratar a estibadores, a vagabundos, a la gente que no tiene poder. Es eso lo que me interesa».

Su último documental, Agnés por Varda, presentado en el Festival de Berlín del pasado año, habla de ella misma y es un recuento tan sincero como emotivo de su manera de asumir el cine. Hoy es difícil referirse a él sin pensar que fue realizado a manera de despedida.

Pero todavía entonces seguía dando batalla y la artista ganadora de muchos premios se quejaba de ellos: «no paran de agasajarme, pero no tengo dinero para hacer mis películas. Hay un desequilibrio entre mi vitrina de trofeos y el rendimiento económico. Tengo leopardos, osos, perros, un león dorado... Incluso recibí un premio que era un poquito de tierra de todos los países de Europa. Muy bonito, pero inútil».

Por supuesto que a los noventa años, batallando contra el cáncer, Agnés Varda se murió con deseos de seguir filmando.

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Me encanta Barbara Eden dijo:

1

30 de marzo de 2019

11:46:44


Desafortunadamente, nunca he visto sus obras. Ya quiero verlas aun mas.

Francisco Rivero dijo:

2

1 de abril de 2019

01:10:05


” La Felicidad “(1965) fue el primer filme dirigido por Agnés Varda, al que asisti como espectador en un cine del Vedado, en la misma epoca se presento otra pelicula de ella ” Cleo de 5 a 7 “(1962), cuanta dicha para el conocimiento del publico cubano que el ICAIC en su programación presentara las obras de los realizadores franceses, algunos de ellos indiscutible pilares de lo que se denomino ” La nueva ola del cine frances “(La nouvelle vague) 1959 – 1965. Por cierto algunos de estos filmes para su distribución en Cuba por el ICAIC, los diseñadores graficos cubanos que colaboraban relizaron magnificos carteles, entre ello indicaria el filme “BESOS ROBADOS”(1968) dirigido por François Truffaut y el cartel fue realizado por el querido Azcuy. René Azcuy Cardenas,28/04/ 1939 – 25/03/2019. recien fallecido. Agnes Varda guardo un gran aprecio y amistad por el pueblo cubano. Al escribir este comentario, recuerdo con emoción una exposición VARDA / CUBA. fotografias ineditas para el publico, presentadas en la Galeria de la Fotografia, del Centro Pompidou en Paris. (11/11/2015 – 01/02/2016) alli se presentaba algo mas que registros fotograficos, para mi era esa mirada fresca y cercana a lo humano de las cubanas y cubanos tanto en la montañas, como en la ciudades por donde ella estuvo. Que alegria ver una secuencia fotografica de retratos al inolvidable cantante cubano Beny More, hecha en el espacio luminoso del Salon Turquino en el ultimo piso del Hotel Habana Libre, tambien fotos de personas en los barrios de la Habana, por cierto alli aparecen personas fundadoras del ICAIC que recien se incorporaban a esta institución, entre ellos se reconocia vestida de miliciana a la joven Sarita, Sara Gómez, una importante directora de cine, que bailaba en una de las fotografias con un colega Nelson Rodriguez, (que devendria un editor de excelencia en las produciones cinematograficas) en la calle 23. Se presentaba en esta exposición VARDA / CUBA, un filme de 30 minutos ” Salut les Cubains ” (1964) que realizo con estas fotos fijas y animada al ritmo de congas de la musica cubana y con un texto leido por el actor frances Michel Piccoli y que fue escrito por Agnès Varda. Su obra tiene el don maravilloso de la invitación a la curiosidad que construye y desmitifica sujetos de nuestra sociedad contemporanea. Gracias, Merci Agnès Varda por la felicidad de aprender de tu sabiduria. A los familiares y amigos mi pesame. Saludos fraternos