Rosario Cárdenas pronto estará de estreno. Y lo hará con un espectáculo que trae de vuelta muchos elementos incluidos en sus obras a lo largo de su vasta carrera coreográfica.
La Premio Nacional de Danza 2013 convocó a unos pocos críticos y especialistas, para dar un pequeño adelanto de lo que será su próximo título, una superproducción, que bajo el título de Afrodita, ¡Oh espejo!, tendrá lugar en la sala García Lorca, los días 29 y 30 de septiembre y 1ro. de octubre, Día de la Independencia de Chipre.
La pieza traza una ruta llena de paralelismos que une las imágenes de Afrodita y Ochún. La primera, diosa de Chipre y la segunda protectora de los cubanos; las dos, imágenes que convergen en muchos puntos como la belleza y la fecundidad. Rosario Cárdenas parte desde numerosos puntos, para llevar al escenario un hermoso catálogo de imágenes repleto de tejidos universales, donde las dos figuras se entrecruzan.
La banda sonora compuesta por el maestro Frank Fernández, específicamente para la pieza, incluye elementos que retoman la música cubana más tradicional y folclórica, con un amplio abanico de componentes de percusión, mezclados con música incidental.
En las luces estará Carlos Repilado, también Premio Nacional de Danza, y eterno colaborador de Rosario Cárdenas, mientras que en el vestuario y la escenografía, destaca el nombre de la jovencita Alisa Peláez.
Con su nuevo título, Rosario Cárdenas vuelve sobre las imágenes eróticas, que han caracterizado su obra, con hermosos dúos femeninos y masculinos, para luego mostrar una «mezcla despiadada», donde se borran las fronteras de género, y aflora el decir y el estilo de una coreógrafa que ha persistido contra viento y marea, logrando una forma particular de imaginar la escena.
El elenco está compuesto por 13 bailarines, muchos extremadamente jóvenes, en una demostración de cómo Rosario Cárdenas sabe recomponer una y otra vez su elenco, para moldear nuevos cuerpos en función de convertirlos en
intérpretes listos para asumir el escenario con rigor.
En la pieza, los solistas pueden convertirse en cuerpo de baile y viceversa, en una obra de grandes exigencias físicas y alta demanda técnica con cargadas arriesgadas, para formar esa suerte de representaciones pictóricas con el sello de Rosario Cárdenas, en lo que puede constituir la reafirmación de una coreógrafa repleta de obsesiones.
*Especialista del Consejo Nacional de las Artes Escénicas.
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Orgiel dijo:
1
2 de octubre de 2017
16:25:41
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