
Entre lo bueno que trae la semana de cine alemán en La Habana (del 22 al 30 en el cine 23 y 12) se encuentra Herbert (2016), primer largometraje de Thomas Stuber que le sirvió para consolidar la garra demostrada en el corto dramático Angustia adolescente (2008).
Herbert es la historia de un boxeador retirado que en sus buenos tiempos brilló en la categoría pesada y luego puso sus músculos al servicio de un extorsionador.
Melodrama acerca de un hombre que envejece, enferma, decide darle vía libre a su pareja e ir en solitario a la reconquista de una hija y una nieta, la primera sin querer saber nada de él.
La sinopsis pudiera recordar la buena cinta que es El luchador (Darren Aronofsky, 2008), pero gira hacia otras vertientes y profundiza aún más en las oscuridades y deseos de reivindicación de un aparente bruto que, gradualmente, va perdiendo las facultades físicas sobre las que un día se empinó.
El multipremiado Peter Kurth encarna el «derrumbe de la bestia» y las cámaras lo siguen todo el tiempo en su espectacular transformación física y humana. Un personaje que motivará las más diversas reacciones por parte del espectador y con una evolución dramática tan matizada como convincente.
Melodrama libre de cursilerías y sin recurrir a los golpes bajos tan consustanciales al género, Herbert apuesta por la belleza y humanidad que pudieran emanar de un mundo marginal marcado por la emoción y la tragedia. Dura película y duro personaje tratados con una sensibilidad extrema y que colocan al filme entre lo mejor de las exitosas cintas producidas por el cine alemán en los últimos años.
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Dany Daniel dijo:
1
28 de junio de 2017
13:36:07
oliverio dijo:
2
28 de junio de 2017
14:01:04
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