
La Editora Abril puede ganarse este año las palmas por la publicación de la obra Lecturas de Juventud, hasta ahora inédita, de Alejo Carpentier que había sido anunciada por Rogelio Riverón para presentarse, como así ocurrió en el pasado Sábado del Libro en la calle de Madera, conjuntamente con dos obras más de Alejo Carpentier: El reino de este mundo y Ensayos.
La doctora Graziella Pogolotti tuvo a su cargo la historia editorial y el valor de los volúmenes, es obvio decir que de forma magistral. El profesor Rafael Rodríguez Beltrán, se refirió a la conjunción: Editorial Abril, Fundación Alejo Carpentier, donde labora, e Instituto Cubano del Libro para concebir y hacer realidad Lecturas de Juventud.
Pero, ¿qué es este volumen que la Editora Abril asumió con vehemencia? Nada menos que una obra de artículos periodísticos sobre literatura que el joven Alejo Carpentier publicó en el periódico La Discusión, cuando tenía apenas 18 años, recién salido de la adolescencia, y que hoy pueden leerse como cualquier obra del consagrado Alejo, primer Premio Miguel de Cervantes latinoamericano.
En aquel entonces Carpentier, en situación económica precaria, junto a su madre Lina Valmont, tenía que trabajar para vivir y tratar de estudiar la carrera que había escogido, la misma de su padre ausente –arquitectura–, la cual no pudo terminar.
Baste decir que sus artículos, verdaderos ensayos literarios, analizan con el más acabado estilo, sin lisonjas cuando no son válidas, obras literarias famosas y algunas contemporáneas (en aquel momento). El libro de la Editora Abril, tiene varios índices: títulos de las crónicas; por el nombre de las obras y autores de estas, así como otro sobre libros mencionados y/o personajes que igualmente Alejo menciona.
Para mayor asombro, a los 18 años de edad ya Carpentier habría leído unas 200 obras, lo cual se desprende del índice onomástico donde aparecen nombres que –para poner un tope– mencionamos algunos, tales como la Biblia o Confucio, Catón o Boccaccio, hasta Balzac; Pompeyo Gener, el español; Oscar Wilde, el anglosajón o Alberto Lamar Schweyer, un joven cubano. Y no faltan, obviamente, Cervantes, ni Shakespeare; tampoco, Trajano, Dostoievski o Julio Verne.
Aparecida Lecturas de Juventud en la Editora Abril, a un siglo de ser escrita es, de hecho, un reconocimiento cultural importante a la premisa tan conocida de Fidel, sobre la formación cultural y política de nuestro pueblo: «No te vamos a decir cree, te vamos a decir lee», la cual se hizo realidad desde el triunfo de la Revolución, cuando los periódicos reaccionarios fueron abandonados por sus dueños, y el joven Comandante en Jefe Fidel Castro dispuso que los equipos y el papel se utilizaran para imprimir libros. Así creó la Imprenta Nacional.
de Cuba y seguidamente la Editorial Nacional, esta última a cargo de Alejo Carpentier, ya reconocido escritor.
Tras la importante avalancha cultural que abarcó la publicación de un millón de ejemplares de El Quijote de Cervantes, sería creado en circunstancias difíciles el Instituto Cubano del Libro que arribó ahora a los 50 años de existencia.
Quizá Lecturas de Juventud, sin pensarlo, represente un hito imprescindible hoy más que nunca, para el desarrollo cultural de Cuba.
Por el contenido de los textos de Alejo, ni al menos conocedor de literatura se le escaparía que el jovencito periodista Carpentier no incluyó nombres al azar, sino en sus justos contextos, por haber sido leídos en sus obras. No se trata (no podía serlo) una apresurada búsqueda en Google.
El joven periodista Javier Dueñas Oquendo, director de la Editora Abril, en respuesta a una pregunta derivada de la publicación de Lecturas de Juventud valora de «extraordinariamente importante el hecho de haber podido rescatar esos escritos de un Carpentier casi adolescente. En ellos están no solo referencias literarias de su época, sino mucho más cosas que seguramente suscitarán el interés de los jóvenes y adolescentes de hoy y la Editora Abril —todos sus miembros— consideramos un honor que el Ministerio de Educación haya tenido en cuenta esta obra para las referencias de estudios en los grados que corresponden en nuestra enseñanza».
«También reconocemos –expresa Javier Dueñas Oquendo– la importancia de la lectura de obra tan significativa de Carpentier como El reino de este mundo, que plasmó lo real maravilloso, así como los Ensayos, valorados por la doctora Graziella Pogolotti. De manera que la Editora Abril asume el compromiso de seguir las huellas de textos tan relevantes. Pues quizá no sean los únicos».
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