ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Casa de la Música de Artemisa. Foto: Romero Cruz, Yusmary

ARTEMISA.–Como muestra de lo más genuino de nuestra cultura, se funden talento, variedad de propuestas y confort, para propiciar un espacio en el cual es posible disfrutar de la creación artística, en buena compañía. La Casa de la Música ha venido a impregnarle un matiz diferente a las noches de la ciudad capital, aun cuando mucho falta por andar para que otras opciones también complementen la vida nocturna artemiseña.

Tras su inauguración a inicios de enero, los trabajadores han puesto el máximo empeño en incrementar paulatinamente los espacios, a fin de concebir una programación para públicos de diferentes edades, y satisfacer las demandas de los visitantes.

Lucir la imagen que muestra hoy la Casa de la Música, requirió de intensas jornadas. Más de tres años tardó la restauración del otrora Casino Español, «sitio con carácter patrimonial, en el cual se respetó la arquitectura de la época, en aras de conservar el patrimonio, por lo que demoraron más las acciones emprendidas», comenta Reinier Rodríguez Chils, coordinador de la Empresa de Grabaciones y Ediciones Musicales (EGREM), en Artemisa.

La inversión ascendió a más de 580 000 pesos en CUP, y de 200 000 CUC, incluyendo equipamiento y climatización, y corrió a cargo del Consejo de la Administración Municipal, el Provincial y la EGREM. El 80 % de la obra la acometió el Fondo Cubano de Bienes Culturales.

De miércoles a domingo, el salón Un montón de estrellas, dedicado a Polo Montañez, abre sus puertas a diferentes alternativas, con capacidad para 500 personas.

La Noche Universitaria ocupa los ­miércoles; cobra un gran protagonismo la presencia de estudiantes de dicha enseñanza –aunque no se limita la entrada solo a este tipo de público– y la participación de agrupaciones de la Asociación Hermanos Saíz (AHS). Los universitarios pueden disfrutar del espacio por un precio módico de entre diez y 20 pesos en moneda nacional. «Es el momento de mayor afluencia, con más de 250 personas», precisa.

Desde febrero, los jueves se destinan a la Noche del Humor. «Diseñamos esta variante, que constituía además un pedido de la población», añade.

En tanto, viernes, sábados y domingos, son las Noches Bailables, con la presentación de diversos artistas, y a un valor la entrada, de entre 50 y 100 pesos cubanos. En este centro, el público ha disfrutado de la música de Buena Fe, Pancho Amat, Waldo Mendoza, Pupi y los que Son son, el Grupo de Polo Montañez, Will Campa, Maiko D´ Alma, y otros.

«Entre las opciones incorporadas, se encuentra el cuarto sábado de cada mes, la Peña Campesina, dirigida por la repentista Olga Lidia Posada», señala Meilinj Hernández Gácita, la especialista comercial del centro.

«Los primeros y terceros domingos, de 10:00 a.m., a 1:00 p.m., se reservan para la Matiné Infantil, a la cual asisten niños de hasta 12 años, quienes cuentan con el talento de artistas de la Casa de Cultura; y el último, se celebra la Tarde para recordar, ocasión propicia para el esparcimiento del adulto mayor, con la peña permanente de la orquesta Aragón; extendimos además esta alternativa, a los segundos domingos, con otras agrupaciones», agrega Hernández.

Con la intención de apostar por ­espacios para todos los públicos, iniciaron el tercer domingo, la Tarde Joven, dedicada a adolescentes entre 12 y 17 años. Cuentan con la guía del proyecto Talla Joven.

Los más de 50 trabajadores, que laboran en dos turnos de trabajo se esmeran en ofrecer un servicio de calidad.

«Buscamos además la excelencia a la mesa, rescatando la gastronomía en instalaciones de la EGREM, así como, la coctelería nacional; todo ­vinculado con las presentaciones artísticas y la venta de discografía», asevera Rodríguez.

En sus exteriores, también se puede disfrutar del Álbum Kafé El Portalón, el cual inició su andar a finales de noviembre y se suma al del Cine Juárez, inaugurado desde el pasado mayo. «En este último lugar, han sido de gran aceptación las peñas literarias, por lo cual se hicieron extensivas, al ubicado en el portal de la Casa de la Música».

Próximamente abrirán una parrillada que dará servicio de gastronomía y restaurante. Mientras, tienen pensado además, la apertura de un salón al aire libre, con 1 200 capacidades, que llevará por nombre Jardines de Artemisa.

A decir de Rodríguez, ha dado buenos resultados las relaciones de trabajo con la AHS, la Uneac, la Casa de Cultura, y las organizaciones estudiantiles. «Es un proyecto que está sujeto a cambios, según la aceptación de los espacios diseñados, y se pretenden incorporar otros, que están en fase de estudio, como la Noche de Ruedas de Casino, y la de la Diversidad».

«La promoción, distribución y comercialización de la música cubana, constituye el principal propósito de esta institución, en la cual también prestamos especial atención a la difusión del talento del territorio», concluye.

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