El Septeto Santiaguero respira son por los cuatro costados. Son a la tradicional manera oriental y cubana, así haga boleros o danzones, canciones troveras más actuales y clásicos timberos. Bajo esa divisa la agrupación liderada por Fernando Dewar presentó en esta capital su álbum más reciente, Raíz, primero íntegramente facturado por la Egrem.
Para Mario Escalona, director general de la casa discográfica nacional en activo más antigua, «este fonograma salda una deuda que teníamos con el septeto, uno de los emblemas de nuestra agencia Son de Cuba, radicada en Santiago, y es una prueba de confianza de sus músicos hacia nuestra institución»w.
Con anterioridad, el Santiaguero había grabado para los sellos españoles Picap y Nubenegra, aunque en el caso del laureado disco No quiero llanto – Tributo a Los Compadres, merecedor del Grammy Latino al Mejor Álbum Tropical
Tradicional en el 2015, la Egrem licenció la producción para el mercado insular e hizo una tirada que se agotó rápidamente.
La nueva entrega del colectivo revisita temas de Pepe Sánchez, Miguel Matamoros, Ñico Saquito y Mariano Mercerón, pero también de Elio Revé, Adalberto Álvarez y Juan Formell, así como de Silvio Rodríguez y Pablo Milanés.
Si en el disco anterior la alianza con José Alberto El Canario resultó venturosa, en Raíz varios invitados de renombre aportaron sus singularidades al estilo del septeto; Charlie Aponte, excantante del Gran Combo de Puerto Rico, el violinista Alfredo de la Fe, el pianista Arturo O’ Farrill, el veterano Alejandro Amenares, rey del requinto, el sensacional trompetista norteamericano Nicholas Payton, y el vocalista santiaguero El Médico, más cerca del raggamuffin y el dancehall de Jamaica que del vulgar reguetón.
Hubo una colaboración sui géneris: el panameño Rubén Blades se desdobló en Lágrimas negras, al asumir también un personaje que se ha inventado, Medoro Madera, con el cual recrea la voz de los viejos soneros cubanos.
El camino de Raíz, asistido por la producción musical de Geovany Alcántara, quedó trazado: promover sus piezas por todas las vías posibles, incluyendo la comercialización digital por la Egrem, y la difusión de video-clips, mientras esperan por sus presentaciones en una posible gira por varias ciudades de la Isla y la apertura del sitio La Pachanga, en Santiago.












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Lázaro Álvarez dijo:
1
10 de febrero de 2017
09:22:50
N@ny dijo:
2
10 de febrero de 2017
10:19:47
Marisol Martinez Fernandez dijo:
3
12 de febrero de 2017
08:02:27
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