ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
La Chepín-Chovén de hoy. Foto: Cortesía del autor

Ocho y media décadas después de irrumpir en el panorama sonoro de la Isla, la orquesta Chepín-Chovén no solo se mantiene activa sino también renueva su patrimonio, como lo prueba la puesta en circulación del álbum Llegó el Che­pinson, grabado en los Estudios Siboney de la Egrem, en Santiago de Cuba.

El fonograma, producido por el experimentado Jorge Luis Pujals y con una muy cuidada mezcla de Má­ximo Espinosa, testimonia la ac­tualidad de un modo de hacer tradicional dentro de la música popular para el baile. Las miradas deben dirigirse a José Ramón Hernández Gar­bey, quien con pasión y capacidad de liderazgo ha conseguido im­pregnar en los integrantes de la or­questa un espíritu de respeto al legado histórico que representan.

A lo largo de la trama del disco se escuchan temas que devinieron clásicos de la formación original, como Monte adentro, Diamante negro (dedicada al inefable trompetista Pepín Vaillant), El Cacahual y sobre todo el son El platanal de Bartolo y el danzón Bodas de oro, todos fir­ma­dos por Electo Rosell (Che­pín).

Se advierte la intención expresa por parte de Hernández Garbey de seguir como autor la saga chepiniana, con mayor fortuna en Llegó el che­pinson y Amor sin exagerar que en las restantes composiciones su­yas, pero el mérito mayor pasa por el color orquestal, no necesariamente el de los viejos tiempos aunque lo recuerde.

La clave de la Chepín-Chovén de hoy, de acuerdo con el fonograma, está en un concepto expresado por Her­nán­dez Garbey: “Desde la veteranía dar una imagen de la modernidad”. Una impecable base rítmica y, en especial, el fraseo de las trompetas y los saxofones sostienen la vitalidad de la agrupación y defienden su singularidad.

Tiene razón el crítico santiaguero Manuel Gómez Morales cuando re­cuerda que “Electo Rosell trasladó el sonido del tres a los saxofones de su banda de jazz; el tres no se detiene en la digitación de estos metales”.

No deja de ser curioso el origen de la orquesta, más si se sabe que su cuna fue Santiago de Cuba, identificada más con la trova y los formatos tradicionales soneros que con las llamadas big bands. El punto de partida de Chepín y su amigo, el pianista Bernardo Chovén, se situó en un septeto que nombraron Oriente, pero en 1932 ampliaron la nómina a imagen y semejanza de las bandas de jazz de la era del swing para dar paso a Chepín Chovén & His Boys que competía en el gusto de los jóvenes santiagueros de esa década con Mariano Mercerón & the Peeper Boys.

¿Influencia de la cultura norteamericana? Obviamente. Pero am­bas or­questas se decantaron, desde un inicio, por la música cubana. En años pos­teriores Mercerón haría época en México, donde tuvo en sus filas al gran Benny Moré. Chepín sentaría cátedra en Cuba.

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Peralta dijo:

1

15 de agosto de 2016

22:36:16


Tuve la suerte de escucharlos el pasado sábado 13 de Agosto con motivo del cumpleaños 90 de Fidel acompañando a los danzoneros de aquí de Santiago de Cuba. Amén de los errores en la realización del sonido-cosa que hay que acabar de resolver y que merece un capítulo aparte ya que hay muchos improvisados deshaciendo sonidos por ahí-me impresionó sobremanera el sonido de esa banda. Hacía días que quería volver a escucharlos al saber que habían grabado un disco-que gran noticia para una banda que tiene ocho décadas y media haciendo música cubana!!!!-y me complació el comprobar que están enteros los muchachos, los viejos y la nueva sangre. Es incomprensible que agrupaciones como esta que existen también en otros sitios del "interior" del país no tengan la debida promoción, no sólo en la tv de alcance nacional ni siquiera en las emisoras del mismo alcance . Definitivamente debe pensarse en una visión del país desde el país, no sólo desde la capital. En el Protal de La Tv Cubana ví un cintillo que reconoce a la TV como el medio de difusión más importante en estos momentos. Existe una marcada intención de los centros de poder de desnaturalizarnos y seguimos teniendo un sólo referente de pais, ESO DEBE CAMBIAR.

paco dijo:

2

17 de agosto de 2016

06:47:25


Contra viento y marea ahí está firme la Chepin Choven.Verdadero baluarte del Danzon y el Son Montuno dentro del formato del Jazz Band y con un sello muy santiaguero, muy oriental.Dificil olvidar la permanencia en sus filas de Ibrahim Ferrer, el primero en grabar El platanal de Bartolo. Tampoco dejar a un lado a otros cantantes como Isidro Correa, Roberto Napoles y al Brillante. Sumemos a la lista de sus musicos inolvidables a Lolo Ferrera su estelar timbalero, Enrique Acosta uno de sus buenos saxos, las trompetas de Labañino, Armero y Ravell y además de Bernardo Choven, el concurso del pianista de Baracoa Luisin Castell. La espigada figura del maestro Chepín y su condicion de Caballero, perduran en la memoria de su Santiago. Que la Chepin Choven siga adelante demostrando su valía.