Jennifer y la conspiración del cuerpo

Luego de largo tiempo posando como la mujer perfecta, o “la más bella del mundo”, título que en el 2004 le confiriera la revista People a los 35 años de edad y ahora, a los 47, se lo vuelve a conceder, Jennifer Anis­ton explota en las redes sociales contra las llamadas revistas del co­razón y publica un comunicado de amplio revuelo, que le ha merecido el respaldo de muchas de sus compañeras.

“Estoy harta de este supuesto de­porte de humillación física que se realiza todos los días con el pretexto de “periodismo”, la “Primera En­­mien­da” y “noticias de las celebridades”, escribió la actriz, que se die­ra a conocer hace años con la se­rie te­levisiva Friends y que más tarde de­sarrollaría una exitosa ca­rrera en el cine.

La gota que desbordó la copa fueron unas fotos que le tomaron mientras se encontraba de vacaciones en las Bahamas y en las que se le ve con una barriguita nunca antes exhibida.

¡Jennifer Aniston parece embarazada!, se apresuraron en publicar los tabloides sensacionalistas, de­jan­do la puerta abierta a dos especulaciones esenciales: o bien la actriz —que no tiene hijos— había logrado gestar uno a los 47 años de edad o, en su lugar, su físico, hasta entonces considerado perfecto y ampliamente publicitado en ciento de portadas ¡había engordado!

No estoy embarazada. Lo que estoy es harta, protestó la Aniston.

Y dejó constancia de que “la cosificación y el escrutinio al que sometemos a las mujeres es absurdo y perturbador. La manera en que yo soy retratada por los medios de comunicación es simplemente un reflejo de cómo vemos y representamos a las mujeres en general, que son calibradas frente a un retorcido estándar de belleza”.

Y tocó un tema del que no poco se ha escrito, pero que en boca de ella es todo un mazazo: el sufrimiento de millones de niñas que siguen los postulados de esas revistas y que están recibiendo el mensaje de que no son “hermosas” a me­nos que sean “in­creíblemente delgadas”, o parezcan “supermodelos”, o “actrices de portada de revista”.

Al poner su foco de atención so­lo en el aspecto físico —opinó la actriz— la prensa del corazón continúa perpetuando la deshumanización de las mujeres.

Por último, una convicción de vida que parece decirlo todo: “Las mujeres estamos completas con o sin pareja, con o sin hijos. Tenemos que decidir por nosotras mismas lo que es hermoso cuando se trata de nuestros cuerpos. Esa decisión es nuestra y sólo nuestra”.

Algunos defensores del negocio amarillista le han reprochado a Je­nnifer Aniston haberse aprovechado durante años de su presencia física y de recurrir de manera frecuente al photoshop para que su imagen, ampliamente difundida quede perfecta.

Es cierto. Tanto como que cualquier edad es buena para recapacitar y abrir los ojos.