Compartir alegrías y ganas de vivir

“Compartir alegrías con mi gente, animar las energías positivas y co­mu­nicar deseos de vida: ese es el sentido de la música que hago”, afirmó Alexander Abreu al presentar el registro audiovisual del concierto Ha­cien­do historia, una producción del sello Unicornio de los estudios Ab­dala.

Doce temas de la etapa inicial de la agrupación, fundada y liderada por el compositor, cantante y trompetista en el 2008, fueron revisitados en un concierto grabado en vivo, por la realizadora Ilsis Céspedes y el director artístico Lázaro Caballero.

El estudio número 1 de Abdala se convirtió en un set que remedó el am­biente de un centro nocturno, con público incluido y de arriba aba­jo los músicos interpretaron músi­cas que más allá de su orientación hacia el baile, función primaria de la or­questa, deben escucharse con atención por la propuesta de sus arreglos.

Desde Resumen de los noventa hasta Mi música, desde Solo para ti hasta Cuando el río suena, Abreu se mueve en el entorno de la timba y el son, con soltura y originalidad.

“No soy un cantante, sino un co­municador”, confesó un artista que muy pronto se situó en la vanguardia de la música popular bailable actual.

“Cuando organicé mi orquesta —contó—, esta zona de la música cubana estaba algo dormida entre los jóvenes. Había otros intereses. No digo que sea malo inclinarse por otros géneros y estilos, pero lo nuestro no puede perderse; hay una tradición muy rica que tiene que ver con lo que somos y las razones que nos han llevado hasta aquí. Un día llegué a la Escuela Nacional de Arte y escuché a unos muchachos entregándose a la música house. No sabían nada del son, ni siquiera de la salsa. Ahora las cosas están cambiando; dentro de la diversidad de lo que se crea y escucha surgen jóvenes valores”.

Abreu proviene de la orquesta de Paulo FG, a quien invitó a compartir el concierto: “Los años noventa marcaron una pauta en la evolución de la música bailable y ese fue mi punto de partida”.

Entre sus mayores satisfacciones está el éxito de su producción  discográfica La vuelta al mundo (Uni­cornio), que obtuvo el Gran Premio Cubadisco 2015, pero él mismo tenía una deuda con las obras que grabó en Haciendo historia.

“Aquel primer disco —admitió— no circuló como pensaba, de ahí que me propuse retomarlo en un concierto audiovisual, con matices diferentes. En la gira europea que em­prenderé por estos días, alternaré ese repertorio con el más reciente y co­nocido. También espero que esa sea la base de un espectáculo que le de­bo al público cubano en un teatro en los próximos meses”.

Volviendo sobre su filosofía artística, Abreu precisó: “No me interesa para nada ese tipo de música que incita a la violencia, ni a quitarte a ti para ponerme yo, ni que diga que soy lo máximo. Para ser divertido y cubano no hay necesidad de apelar a la vulgaridad”.

En cuanto a planes inmediatos, adelantó: “Quiero hacer un disco de clásicos del son cubano, de Ma­ta­moros, Piñeiro y Arsenio a For­mell, al aire de Havana D’ Primera”.

Haciendo historia estará a disposición del público en la Feria Arte en La Rampa a partir del próximo 8 de agosto.