ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Roberto Perdomo (derecha) junto a Iván Leiva, dos astros del rock cubano. Foto: Cortesía del artista

Cuando Beatrix López, una de las mejores cantantes cubanas de rock, abandonó Tesis de Menta muchos pensamos que la banda había tocado fondo.

Pero Roberto Perdomo, que supo armar el grupo de la nada, a duras penas, allá por los años 2000, sabía que su sueño no podía morir ahí, que era demasiado importante para él y para los seguidores de la alineación. De ahí que se las agenció para que Tesis siguiera siendo en las supuestas cenizas lo que era antes del fuego. Es decir una alineación que ha salido ilesa del en­frentamiento con las dificultades que atraviesan las bandas cubanas y se colocó en la primera línea del rock local.

Tesis de Menta acaba de grabar el cuarto disco de estudio de la alineación, Río arriba en los estudios de PM Records. El fonograma cuenta con 12 canciones que nacen de la mirada de un músico que ha visto mucho, que ha sentido mucho y que luego se ha sentado a escribir con honestidad sobre lo que le ha marcado la piel, sobre esas pequeñas vivencias personales  que nos ayudan a estar en pie. Desde el amor, las quimeras, los sueños extendidos a lo lejos, los amigos, la familia o los círculos espirituales más íntimos.

Si uno escucha con atención Río arriba podrá percatarse de que es hasta ahora el álbum más acabado de la banda. Son canciones que muestran a la mejor Tesis de Menta y consagran a Perdomo como un excelente compositor y un vocalista y guitarrista con una actitud vital que define completamente la sonoridad y la puesta en escena de la banda. En sus pistas Perdomo muestra una visión muy amplia del rock de mayor virtuosismo y una evidente influencia de la escena del rock y el pop de los años 90 en Cuba. Sus canciones, que atesoran todas las obsesiones de Perdomo, suenan redondas, con un discurso bien hilvanado y con arreglos y melodías que tributan de una manera exacta al simbolismo de las historias que cuentan. En realidad los temas de Tesis de Menta han estado llenos de símbolos, algo que se comprueba si uno escucha sus producciones anteriores: Mi generación, Fragmentos, Luz.

Para Perdomo Río arriba, producido junto a Esteban Puebla e Iván Leiva, parece una es­pecie de refugio de los conflictos que le co­men el cerebro. Así lo atestiguan temas como Des­pués y especialmente Caí del cielo, que por sí solo vale buscar el material y atesorarlo como uno de los discos esenciales de la música cubana alternativa de este año. En este título se percibe a un Perdomo que se exige mucho, que se desgarra, que busca que la canción se te meta dentro y te provoque la misma revolución espiritual que vive su autor cuando la canta.

Búscame es otro título que nos hace pensar que hubiera sido del rock cubano en los años 90 si las bandas hubieran recibido el apoyo que apenas existió, si no se hubieran desintegrado o radicado en otros sitios. La canción la comparte con el entrañable Athanai, quien después de residir diez años en España regresó a La Habana para mirar de frente las huellas que dejó con grandes discos como Séptimo Cielo. La canción, con un intenso sonido guitarrero y una estrecha conjunción entre Perdomo y Athanai, es otro de los temas que revisa los conflictos del mundo mientras profundiza en las grietas de la existencia como la entienden estos músicos..

Boleros Blues lleva el envoltorio espiritual del álbum a un nivel superior y  confirma que estamos ante un material lleno de matices, colores y para escuchar con mucho detenimiento, para detenerse en cada pieza como si fuera la página de uno de esos libros que nos ponen de cabeza. Para este tema Pablo Mi­lanés prestó su voz, confirmando la influencia del rock que tuvo su obra desde que nació a la música. No se puede hablar en Río arriba de un tema que se robe todos los créditos y se convierta en el título de oro  del álbum. Pero si nos obligaran a mencionar uno o de lo contrario pudiéramos perder la cabeza en el cadalso, ese sería Cuba, interpretado por Perdomo junto a Iván Leiva. Canción estremecedora por donde se mire, este tema, con un potente magnetismo rítmico, es un pedazo de la historia de este país, de las vivencias y esperanzas de su gente, del decursar del  tiempo y sobre todo de las posturas de un músico que, a diferencia de otros de su generación, decidió contar sus propias historias desde Cuba. Tiempos junto a Pablo y Lynn Milanés y Abre las puertas con Jan Cruz, son otro de los títulos de este disco que debería despertar la atención de las disqueras.

Punto cero es el bonus track del fonograma. Para algunos podría resultar sorprendente que Perdomo lo haya elegido para cerrar la travesía por Río arriba. En verdad es un perfecto cierre de un álbum que hace un recorrido no solo por la vida en Cuba y el mundo, sino también por la existencia humana. Des­de el nacimiento, la muer­te, hasta el re­na­cer en algún momento de la esperanza.

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Adrian Fuentes dijo:

1

16 de julio de 2016

15:26:55


En opinión personal, la ausencia de Beatrix es notable en esta última producción. Lo cual no desacredita la nueva entrega. Creo que el triunfo de este disco (Río Arriba) radica en la conjugación de dos músicos como Esteban Puebla e Iván Leiva en la producción; sin olvidar una mayor experiencia de Perdomo en los caminos del Rock-Pop. Corren tiempos de mucho ruido en la isla de la música. Este disco podría ser un bálsamo.... ojalá y así sea.

Diana Vázquez oliva dijo:

2

16 de julio de 2016

18:54:31


Me encanta tesis de menta, Enhorabuena su nuevo disco....