PINAR DEL RÍO.—A más de 50 años de haberse exhibido por última vez, precisamente en esta provincia, la mayor colección que existe en Cuba sobre Rita Montaner (1900-1958), vuelve a estar a disposición del público.
Ubicada en cuatro salas del Centro de Documentación e Información Musical Argeliers León, en la capital pinareña, la exposición incluye alrededor de 200 piezas, escogidas minuciosamente entre las más de 2 000 que atesora la institución sobre la excepcional artista.
Un recuento fotográfico desde su niñez y los momentos cumbre de su carrera, hasta sus últimos días, objetos personales y los trajes con los que se presentó en múltiples escenarios, incluida la famosa estola de plata, regalo de un presidente latinoamericano, forman parte de la muestra que lleva el título de Rita Montaner, la música hecha mujer.
Además, se incluyen partituras originales, discos y cartas intercambiadas con grandes figuras del arte o de la historia de nuestro país, entre otros documentos de alto valor patrimonial.
José Elpidio González, director del Argeliers León, explicó a Granma que la exposición constituye un homenaje a quien fuera el exponente más importante del escenario cubano en la primera mitad del siglo pasado.
“Desde muy temprana edad, Rita Montaner se convirtió en un ícono, y aún hoy constituye un paradigma para las nuevas generaciones”, señaló.
“La única”, como llegaron a llamarle, no solo brilló en la música, sino también en la radio, el teatro, el cine y la televisión, compartió escenario con prestigiosas figuras del arte en nuestro país y en el mundo, e incluso algunos de los mejores compositores del momento escribieron partituras especialmente para ella.
Así lo atestiguan decenas de instantáneas en las que el visitante tiene la oportunidad de verla junto a otros grandes de la época como Pedro Infante y Libertad Lamarque, Ernesto Lecuona, Benny Moré y Bola de Nieve.
González aseguró que tras su última exhibición, a principios de los años 60’, todas las piezas que ahora se vuelven a mostrar, habían permanecido guardadas, por lo que fue preciso la restauración de muchas de ellas.












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