ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
AKDA1. Foto: Cortesía del grupo

No es común ver hoy entre nosotros  a músicos jóvenes de rock que tomen distancia  de los territorios del metal, hurguen con conocimiento de causa en los orígenes de este género y den  forma a un estilo propio que  ha­ga suyo el del legado de las grandes bandas de los años 60 y 70 .

Con apenas cuatro años en la ca­rretera, AKDA1 es una banda que ha sorprendido gratamente con la publicación de  su segundo álbum tras pasar una buena temporada en su cuartel general de Artemisa, específicamente en el municipio de Bauta, para en­contrar el mejor modo de que cris­talice su lenguaje musical y transmitir algo nuevo al rock cu­ba­no de estos tiempos. En Pá­game el blues, publicado de for­ma independiente, aparecen 11 temas que  se decantan muy a las claras por los territorios del blues y el country  rock y nos recuerdan el perdurable desempeño de formaciones que nacieron en la es­cena cubana de los años 90 co­mo Ex­traño Corazón, Cetros o Ha­va­na.

El segundo disco de este gru­po de Artemisa, un territorio que ha entregado importantes nombres  a la escena nacional como Chlo­ver, se antoja como una propuesta in­teresante y ambiciosa en la que la alineación desde el punto de vis­ta estilístico muestra que tie­ne atributos para contar su propia historia en el accidentado panorama del rock nacional, gra­cias al empaste que se percibe  entre los músicos, liderados por el guitarrista y vocalista Ale­jan­dro Delgado, y las cualidades vo­cales de su cantante, Diana Ta­mayo, quien ha ido ga­nando pro­tagonismo en la alineación des­­de su debut discográfico con Po­cas balas. Cier­ta­men­te, una de las bazas de triunfo de la ban­da es que Alejandro, de 24 años, ha facturado con clase  un puñado de canciones hechas a la me­dida  de los recursos interpretativos de Diana, lo que evidentemente real­­za la envoltura so­no­ra de  Pá­­game el blues.

La banda, por otro lado, es deudora de las búsquedas melódicas y expresivas que ha perseguido desde muy temprano la ali­neación Tesis de Menta, con la que concuerda especialmente en el deseo vírico de  mostrar a las nue­­vas generaciones el enorme  legado de los ídolos del rock y po­ner en pie una obra que ha­ble de la condición humana, de sus tribulaciones y de los di­ver­sos significados que atraviesa ese ín­ti­mo sentimiento nacional  que es Cu­ba.

Los músicos de AKDA1 despachan este disco sin prejuicios, con la libertad de aquellos que no tienen nada que perder y la in­tención de poner en órbita to­das las influencias que cargan en sus espaldas, dando como re­sultado una música viva y orgánica  que reverencia al pasado lu­­minoso del rock.

Dejando a un lado el sentido de homenaje a una época del rock con la que todavía tenemos deudas espirituales que saldar, en Págame el blues destacan tí­tulos como el que da nombre al disco, en el que Diana aporta la intensidad necesaria a los certeros arreglos que se conectan de forma inmediata  con la energía  del rock sureño. Efectivamente, la pasión por esta música de raíz  se acentúa a lo largo del recorrido de este álbum que también tiene intenciones claras  de funcionar como banda sonora de esas madrugadas hirientes en las que el corazón se rompe co­mo un cristal,  mientras uno  no tiene nada mejor que hacer que apurar un trago con la cabeza hundida en un bar de mala mu­erte para olvidar las pérdidas o aliviar el desasosiego.

Carta a ese loco desgraciado que se fue sin despedirse es otra de las paradas obligatorias en el disco. En este tema, Ale­jan­do y Dia­na establecen un estrecho diá­logo interpretativo que termina por alcanzar una de las at­mósferas más ex­pansivas y es­timulantes del fo­nograma, con el que además, rinden honores a su mo­saico de in­fluencias que, van desde Ste­vie Ray, Eric Clap­ton, pa­sando por Joe Bona­mas­a y  Ji­mi Hendrix.

El desempeño de los instrumentistas inspira al oyente a es­cuchar a profundidad  el álbum que presenta un discurso musical coherente y sugestivo, fortificado por la incorporación de la armónica a cargo de Humberto García Manrufo y Pablo Me­nén­­dez —que utilizan con no­table sentido co­mún este instrumento, sin re­creos innecesarios,  y con­tri­bu­yen de forma decisiva al alcance del álbum en pistas co­mo Blues con ojos rotos— y por los cuidados textos en los que se pueden escuchar por igual tanto las le­yendas atesoradas por cualquier oscuro blues de taberna como los agudos debates so­bre la cotidianidad cubana que na­cen en cualquier esquina de esta ciudad.

AKDA1 es una banda que a pesar  de su corta vida  ya se ha ganado  el  respeto en la escena lo­­cal, demostrando que los jóvenes, a  través de sus propias lecturas del pasado, también pueden hacer blues y rock clásico sin morir  en el intento.

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rock dijo:

1

4 de abril de 2015

11:23:04


muy bueno ese grupo tuve la oportunidad de verlos en el Maxim y estuvieron estupendos!!!!!!! sigan asi que van bien

Alfredo dijo:

2

4 de abril de 2015

20:32:45


Suenan muy bien,un estilo muy propio de interpretar el Blues,solo necesitan un poco de apoyo de las instituciones culturales del país.

Elina dijo:

3

5 de abril de 2015

16:14:17


Hemos seguido su carrera y van muy en serio...felicitaciones y que sigan con tanta responsabilidad por sus letras, no solo la melodia es importante

eduadito dijo:

4

6 de abril de 2015

09:40:55


SI seguir asi en la perseverancia que bueno tener bandas como AKDA1 y Tesis de Nenta hacien tan buena musica y letras en estos tiempos saturados de regaetton y del malo Larga Vida al ROck N ROll

iran dijo:

5

6 de abril de 2015

13:07:25


He tenido la oportunidad de oir sus 2 discos y suenan genial. Seria bueno que las instituciones culturales de nuestro país le abrieran puertas a estos talentosos músicos. AKD1 de nosotros (los jóvenes) nos gustaría verlos más seguidos

Osvaldo dijo:

6

6 de abril de 2015

13:43:44


Este grupo desde que lo ví por primera vez en la Fortaleza La Cabaña supe que llegaría muy lejos, pregunté a alguien como se llamaba el grupo que actuaba, pues jamás los había visto y oido, parecían tener basta experiencia y profesionalidad a pesar de su juventud. Sigan así y no se aparten de ese camino propio y tendrán un lugar en el rock cubano, !Exitos!