Chico siempre Buarque

Ponga atención a la banda sonora de la telenovela brasileña que acaba de estrenar la TV Cubana. Cada vez que la Paula de Paraíso tropical sienta la proximidad de Daniel Bastos en medio de esa fiebre de repentino amor solo posible en una historia de tal naturaleza, preste oído a las voces que cantan. Una, la de Erasmo Carlos, autor de la balada; la otra es de Chico Buarque.

La canción Olha(Mire), escrita en 1975 y lanzada ese mismo año por Roberto Carlos, fue grabada a mediados de la década pasada para el disco Erasmo Carlos convida II, a base de dúos en los que compartió, entre otros, con Milton Nascimento y Marisa Montes. Olha, justamente por la telenovela, se convirtió en el éxito más resonante de aquel álbum.

¿Habrá que decir que Francisco Buarque de Hollanda es una de las personalidades artísticas e intelectuales más descollantes que Brasil ha aportado a la cultura latinoamericana y caribeña de estos tiempos? ¿Qué su música y sus novelas, pues también ha destacado como escritor, nos pertenecen?

Chico acaba de cumplir 70 años de edad. Pero si el aniversario pasó algo inadvertido en su propio país por coincidir el 19 de junio con el furor desatado por la Copa Mundial de Fútbol, pasado ese momento la escena artística brasileña ha vuelto la mirada al autor de Samba de Orly.

El mayor suceso de la actual temporada en Río es el nuevo montaje de la Ópera del malandro, comedia musical que Chico concibió en 1978, luego llevada al cine por Ruy Guerra y ahora revisitada por el director Joao Falcao, con  arreglos especialmente realizados para la ocasión por Beto Lemos, en el teatro Net Río, de Copacabana.

Sao Paulo no ha quedado atrás. El teatro Faap estrenó el espectáculo Todos los musicales de Chico Buarque, con selecciones de Ópe­ra del malandro, Roda viva, Calabar, Gota de agua, El gran circo místico y Cam­biaio, estas dos últimas en colaboración con el también notable compositor Edu Lobo.

El último fin de semana de agosto Salvador de Bahía acogerá un concierto homenaje en el teatro Castro Alves con la intervención de destacadas voces de la canción brasileña como Roberta Sá y Marina de la Riva y un repertorio que comprende los clásicos A pesar de vocé(A pesar de usted) y Cálice (Cáliz), cuyos mensajes fueron señales subversivas en tiempos de la dictadura militar.

En Cuba, Chico Buarque halló cauce por  primera vez asociado a la Nueva Trova en 1971, cuando su música formó parte del memorable espectáculo que en la sala Chaplin, bajo los auspicios de Alfredo Guevara y la dirección musical de Leo Brouwer, protagonizó el Grupo de Experimentación Sonora del ICAIC para dar a conocer la nueva canción brasileña.