
Caso singular entre las industrias fonográficas, el Premio Cubadisco, desde su irrupción, ha privilegiado los valores culturales por encima de los réditos comerciales de las producciones. En la filosofía del fundador del foro más abarcador de la vida musical cubana, Ciro Benemelis, estuvo presente desde el principio la defensa del disco como registro de la memoria y testimonio de arte.
Sobre esa base, cada año se conceden con anticipación a la apertura oficial del programa de presentaciones los premios especiales, que en la edición del 2014 a punto de comenzar ha puesto de relieve seis realizaciones de diverso carácter, singularísimos perfiles y dimensiones sorprendentes.

Nunca antes se ha podido apreciar en toda su riqueza la intensa relación entre dos cordófonos que caracterizan las músicas populares de Cuba y Venezuela. En Encuentro; el tres y el cuatro (Producciones Colibrí) confluyen los maestros Pancho Amat, con el tres cubano, y Ángel Martínez con el cuatro venezolano, al frente de sus respectivas agrupaciones, en una amalgama de ritmos que no solo ilustran los géneros populares a los cuales dichos instrumentos tributan, sino el virtuosismo que nace del ingenio, el rigor y la pasión con que cada intérprete asume su misión.
También Colibrí produjo la trilogía Te doy una canción, protagonizada por Augusto Enriquez, quien a lo largo de un lustro se dio a la tarea de concretar la grabación de versiones de 36 canciones de Silvio Rodríguez. Con la colaboración de la orquesta Solistas de La Habana bajo la dirección de la maestra María Elena Mendiola, la dirección musical compartida con Demetrio Muñiz y arreglos de Pucho López, Jorgito Aragón, Miguel Núñez, Pancho Amat y Alfred Thompson, el ambicioso tríptico cuenta con una nota introductoria escrita por el maestro Leo Brouwer.

Me dicen Cuba, que toma su título de la arrolladora pieza de Alexander Abreu interpretada por su banda Habana de Primera y de plena vigencia en estos tiempos, es uno de los proyectos más completos que haya concebido la EGREM, al cuidado del experimentado productor Emilio Vega, y en el que mediante dos discos de audio y uno de video se dan la mano temas de varios intérpretes y un testimonio documental que sobrepasa la urgencia de su más inmediato alcance —la campaña por la liberación de los luchadores antiterroristas cubanos víctimas de la injusticia de las autoridades norteamericanas— para inscribirse como un gesto de permanente afirmación de valores patrióticos y estéticos.
Bis Music mereció uno de los premios especiales por la monumental serie de ocho discos Colección 30 años, de Liuba María Hevia, que recorre la formidable trayectoria fonográfica de una cantautora en la que poesía, tradición y modernidad se entretejen en un núcleo sensible con obras que forman parte de la banda sonora de varias generaciones de cubanos, desde los más pequeños a los adultos que saben valorar mensajes signados por la fineza.
Otro lauro pone de relieve la jerarquía que ocupa actualmente en el panorama jazzístico internacional el pianista Gonzalo Rubalcaba, quien con el álbum Volcán (sello 5 Passion) logra definitivamente reinventar códigos en la vertiente latina del género, con la colaboración de tres maestros de la percusión: Horacio Hernández (El Negro), Armando Gola y Giovanni Hidalgo.
Un Premio Especial conmueve por las circunstancias de su presentación: Concierto antológico, de Santiago Feliú (Colibrí).

Se trata del registro audiovisual de un concierto que debía formar parte de una obra mayor —ojalá pronto llegue a nosotros— de un trovador que nos dejó demasiado pronto y cuya pérdida fue sentida por quienes lo sabíamos uno de los juglares más raigales de nuestra época. Pero el valor de esta obra no radica en su aire de despedida, sino en su propia e implícita eclosión. Santiago en esas imágenes seguirá cantando como si estuviera aquí mismo proponiendo nuevas estaciones de su irreductible manera de desafiar la vida.












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Julio Cubría dijo:
1
16 de mayo de 2014
12:39:37
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