Tuinucú, Sancti Spíritus.–Conscientes de la compleja situación económica que atraviesa Cuba, a la que no escapa la que históricamente fue su principal industria (azucarera), directivos y trabajadores del sector acaban de mostrar su voluntad en aras de un mayor esfuerzo y de mejores resultados, desde las plantaciones hasta el central.
Acerca de la impostergable necesidad de sembrar más caña (el descenso en áreas ha sido significativo a escala de país), asegurar atenciones culturales, aumentar eficiencia y productividad desde el corte hasta la molida –aun en medio de enormes limitaciones con determinados recursos e insumos– se habló en podio y auditorio, durante la cita nacional para celebrar el Día del Trabajador Azucarero, cuya sede volvió a merecer el central Melanio Hernández, de Sancti Spíritus.
Con el mejor saldo del archipiélago por segundo año consecutivo en la emulación correspondiente, y único que cumplió su plan de producción de azúcar en la última contienda, el Melanio sigue demostrando que, a contrapelo de todas las adversidades, se puede producir más.
Tal como recordó Acelio Sánchez, coordinador del Grupo Empresarial Azcuba en el territorio, avalan lo anterior las 1 700 toneladas de crudo entregadas a la economía nacional por encima de lo programado, la defensa de los principales indicadores de eficiencia, el muy provechoso aporte de energía eléctrica a la red nacional (además de autoabastecerse), así como el empeño para incrementar niveles de siembra de la gramínea, sin la cual no puede haber, jamás, zafra superior.
En la jornada se reconoció a las provincias de Ciego de Ávila, Matanzas y Sancti Spíritus, se les otorgó la Distinción Jesús Suárez Gayol a un grupo de trabajadores con 20 y 25 años de destacada y permanente labor en el gremio, y la condición 8 de Octubre a colectivos con sobresaliente desempeño en la innovación y la racionalización.
Israel Rouseaux Mansferroll, máximo dirigente del Sindicato Nacional de Trabajadores Azucareros, subrayó que el mejor modo de honrar la efeméride es trabajar duro para sellar con caña áreas vacías, reverenciar el centenario del Comandante en Jefe más con resultados que con consignas, elevar la productividad y la eficiencia, erradicar el pago sin respaldo productivo, escuchar a los trabajadores, y responder en cada lugar a sus justas preocupaciones con soluciones concretas.
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