
Granma. –Palpar desde la base las problemáticas que más afectan a la población, con una visión sensible y objetiva, fue premisa de la quinta visita gubernamental a esta provincia, encabezada por el miembro del Buró Político y primer ministro, Manuel Marrero Cruz, y con la presencia de ministros y viceministros.
Entre las preocupaciones más acuciantes atendidas estuvo la falta de estabilidad en los servicios de agua y electricidad, que impacta la vida diaria de los granmenses, actividades sociales como el funcionamiento de los hospitales y las salas de hemodiálisis; y económicas como la captura de langosta, camarón y las industrias láctea y pesquera, respectivamente, por solo citar algunas.
Sobre el tema energético, se conoció que los parques solares y las hidroeléctricas generan el 55 % de la energía de la provincia, lo que ha significado el ahorro de 6 633 toneladas de combustible.
Sin embargo, la situación sigue tensa y sin un horario de cortes que permita a las familias organizarse.
La visita también dejó al descubierto el difícil panorama económico de Granma, con incumplimientos en la producción de café, huevos, carne, leche y azúcar (solo se ha cumplido el 26 % del plan). Tampoco se han logrado las metas de exportación de carbón y miel, aunque esta última podría recuperarse a fin de año.
A esos desafíos se suman otros como el mal estado de caminos, los altos precios, la lentitud en la construcción de viviendas (de 701 planificadas este año, solo se han hecho 238); la persistencia de pisos de tierra; el envejecimiento de la población y el aumento de los embarazos en la adolescencia.
Al respecto, el Primer Ministro impulsó varias ideas, como la construcción de viviendas usando contenedores disponibles en el país, para acelerar el ritmo; indicó crear más organopónicos para producir alimentos y revisar los salarios de los jornaleros para que no abandonen el sector; instó a crear mipymes que resuelvan necesidades reales del territorio, no que sean simples puntos de reventa; planteó la necesidad de un centro para personas con conducta deambulante y hacer valer el Código de las Familias para atender esta situación, así como buscar, a partir de las capacidades de cada territorio, cómo generar más ingresos.
En la jornada, también visitó el centro sicopedagógico Celia Sánchez Manduley, en Bayamo, la estación de rebombeo en la Ciudad Monumento Nacional, y la planta de oxígeno medicinal, valorada como el pulmón del Oriente y por su rol estratégico para el país, no solo en materia de exportación sino, también, de sostenibilidad para los servicios.
Al cierre de la visita las palabras fueron de compromiso y llamado a la acción. Manuel Marrero, quien estuvo acompañado por las principales autoridades del territorio, insistió en que «los tiempos han cambiado y debemos cambiar la mentalidad. No podemos esperar a que las cosas nos lleguen por la “canalita” como antes; hay que hacer cosas diferentes, vincularnos más al pueblo», sentenció.
Seguidamente, transmitió un mensaje de esperanza: «Si trabajamos con ahínco, dedicación e inteligencia, podremos repetir aquella frase de Fidel: “¡Maravilloso todo, tenía que ser en Granma!”».
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