Mientras en Siria los grupos opositores consolidan su posicionamiento en todo el país, en un flanco muy especial y grandemente codiciado por Israel, las Alturas del Golán, las tropas y medios militares, con Benjamín Netanyahu al frente, y violando todos los acuerdos de Naciones Unidas, se apoderan de la zona desmilitarizada entre ambas naciones y ocupan nuevos territorios muy cercanos a Damasco.
El portavoz de la ONU, Stéphane Dujarric, había subrayado que la Fuerza de Naciones Unidas de Observación de la Separación, también conocida como fnuos, informaron a fuerzas israelíes que «estas acciones constituirían una violación del acuerdo de separación de 1974, según el cual no debe haber fuerzas ni actividades militares en la zona de separación», trascendió en un despacho de Hispantv.
También, la Liga Árabe, en un comunicado, había instado a la comunidad internacional a estar al lado del pueblo sirio y detener las agresiones perpetradas por el régimen de Israel en la región.
Además, fuerzas militares sionistas han bombardeado decenas de objetivos dentro de Siria, aunque ya no está el gobierno de Bashar al Assad, su «supuesto responsable de todos los males» que molestaban a Tel Aviv.
Hay que señalar que el mismo día que al Assad abandonó el país y viajó con su familia a Moscú, las fuerzas israelíes tomaron el control del monte Hermón, territorio sirio fronterizo con el Líbano, y a menos de diez kilómetros de la frontera común con Israel.
Con esta acción, el Premier israelí «daba por roto» el histórico Acuerdo de Separación firmado tras feroces combates contra Siria, en el año 1974.
En este escenario, Netanyahu ha asegurado que «el Golán será parte de Israel por la eternidad», y ha agradecido al próximo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, por haber dado «luz verde» al reconocimiento de la soberanía de Israel sobre el Golán, durante su mandato en 2019, según se recoge en el diario The Times of Israel.
Si queremos saber más sobre cómo se «respetan» las resoluciones de la ONU, recordemos que fue ese organismo quien consideró al Golán sirio como «territorio ocupado», desde que Israel lo invadió durante la guerra de los Seis Días, en 1967, y la guerra de Yom Kipur, en 1973.
El sitio RT describe al Golán como una meseta ubicada en la frontera entre Israel, el Líbano, Jordania y Siria, con una extensión de 1 800 kilómetros cuadrados, y a una distancia de 60 kilómetros al sur de Damasco. Limita al sur con el río Yarmuk, y al oeste con el mar de Galilea.
Además, el Golán también es una fuente clave de agua para una región tradicionalmente árida: la lluvia que cae en la cuenca del Golán desemboca en el río Jordán, y la zona es fuente de la tercera parte del suministro de agua a Israel. A esto se le añade que la tierra de esta zona es fértil y el suelo volcánico es apto para cultivar viñedos, huertos y criar ganado, añade el propio medio de prensa.
De igual forma, las prospecciones petrolíferas llevadas a cabo en tres pozos en la parte sur de los Altos del Golán, desde 2014, han descubierto importantes yacimientos que proporcionarían años de autonomía a Israel.



















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