ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Desde agosto pudieron retomarse las confecciones de calzado ortopédico en Camagüey. Foto: Jorge Enrique Jerez Belisario

Un niño cubano, que no sabe todavía lo que es correcto en temas de política y puede o no tener una ideología definida, padece de escoliosis. Los médicos saben que, si no le ponen el corsé ahora, que es corregible, probablemente termine agravándose y dejando como único tratamiento la cirugía.

Sin embargo, la producción de ese importante implemento en el Laboratorio Provincial de Ortopedia Técnica y Calzado Ortopédico de Camagüey lleva materiales de importación que, desde hace unos cinco años, no se pueden adquirir, debido a la política de persecución financiera y guerra económica impuesta a Cuba.      

Lo mismo sucedió con el calzado ortopédico especializado. Afortunadamente, luego de que el último lustro estuviera marcado por la ausencia de materias primas y problemas tecnológicos que imposibilitaron la producción de estos útiles implementos, desde agosto pudieron retomarse las confecciones de calzado.

Según explican los especialistas, los adultos de la tercera edad son los más necesitados, en los que ese calzado especializado es como un medicamento para las deformidades óseas que trae el pasar de los años, y existe hoy una necesidad muy alta de este tipo de zapatos realizado a la medida. Otro grupo priorizado es el de los niños a los que se les corrigen deformidades por esta vía y se evita que, en un futuro, no tengan consecuencias ni limitaciones para andar.

CUANDO MUEVE EL AMOR 

A estas personas las mueve el amor, el amor por lo que hacen y por los que atienden. Eso lo sienten, a diario, los 15 pacientes de las provincias de Ciego de Ávila, Camagüey y Las Tunas que reciben los cuidados desde que se reanudó la confección de calzado ortopédico.

«Hoy se hace un esfuerzo para realizar los 1 761 pares de zapatos previstos para este año. Trabajamos horas extras y se aprovecha cuando tenemos corriente para producir. Ya de la lista de espera –de más de 2 000 casos– solamente tenemos 285 en espera de calzados».

Lamentablemente no sucede lo mismo con las prótesis de miembros inferiores y las prótesis de mamas, para las que sigue siendo muy difícil adquirir los recursos necesarios, explicó a Granma, Jorge Guerra Ruiz, director del Laboratorio de Ortopedia Técnica y Calzado Ortopédico, adscrito al Centro Provincial de Electromedicina de Camagüey. 

«Durante estos años solo hicimos reparaciones y, a partir de gestiones que se hicieron con la Empresa Industrias Locales, logramos adquirir algunas pieles para los casos más graves, pero no fueron cifras significativas; sin embargo, el servicio nunca se detuvo por las soluciones que buscamos.    

«En estos momentos estamos haciendo sandalias para señoras, el llamado calzado Álvarez Cambra, el calzado para los acortamientos de los miembros inferiores, soportes para pie planos.

«Todo esto se hace con tecnología obsoleta y cuesta mucho trabajo mantener estos equipos que no son de última generación. Hay que estar arriba de las máquinas de coser, de los equipos electromecánicos que se utilizan en la confección del calzado, inventando con piezas que no son de ellos para que no se paren», agregó Guerra Ruiz.

Orlando Sarduy Gudrige, jefe de la Brigada de Calzado Ortopédico, añadió que, de 14 trabajadores que debiera tener bajo su mando, solamente tiene siete, lo que significa un esfuerzo doble, y hay quien asume el contenido de dos puestos de trabajo.

Han tenido que extender la jornada de trabajo para poder cumplir el compromiso con los pacientes, y aun así se han alargado los ciclos de entrega hasta un mes, cuando debiera estar entre 15 y 20 días.

«A los niños, que necesitan del calzado inmediato porque les van a retirar un yeso, los priorizamos para que salgan antes. En estos casos los tenemos listos hasta en dos días, y trabajamos hasta la hora que sea. Incluso, algunos nos llevamos trabajo para las casas para adelantar todo lo que se pueda.

«Hay otros tipos que llevan impresión en yeso, fundición, modelaje, corte, terminación… que son muy complejos y necesitan más tiempo. 

«Los pacientes están satisfechos y esa es nuestra razón de ser, brindarles un servicio de excelencia por encima de las limitaciones que tenemos», dijo Sarduy Gudrige.  

El Jefe de Brigada señaló que las condiciones de trabajo no son las óptimas, pues falta ventilación e iluminación. Sin embargo, ellos están en el taller, haciendo maravillas para cumplir el encargo de quienes necesitan de su magia para andar.

Orlando lleva 28 años allí y cuenta que funcionan como una familia, y demuestran a diario el amor que le ponen a sus funciones. Precisamente de esa experiencia, aseguró, salen las soluciones, las innovaciones.         

LO QUE ESCAPA AL AMOR

Desafortunadamente, la ortopedia técnica no corre la misma suerte. Son muchas las limitaciones que impiden atender, como debieran, a las pacientes mastectomizadas, a los amputados, ya sean de miembros inferiores o superiores, afecciones en la columna vertebral para las que debieran confeccionar también fajas ortopédicas.

Los innovadores del centro han mantenido varios de los servicios, ya sea por la recuperación de diferentes equipos y la sustitución de piezas de repuesto, o por las soluciones que se buscan a los problemas de los pacientes.

No obstante, ese esfuerzo no basta cuando los recursos que necesitan no llegan a sus manos. Actualmente hay una lista de más de 2 400 pacientes que esperan, fundamentalmente por prótesis, fajas, ortesis, así como por dispositivos para ayudas técnicas como bastones, andadores y muletas que se comercializan aquí.

Elvin Zamora Mustelier, subdirector técnico-productivo del Laboratorio, aclaró que, antes de extender las innovaciones que desarrollan los trabajadores, se tiene en cuenta que cumpla con los requerimientos técnicos y se mantenga la calidad del producto.

«La ortopedia técnica está muy deprimida, pero no está detenido el servicio, andamos por debajo del 40 %; pero se van dando soluciones en la medida en que se pueda. Nosotros seguimos haciendo un esfuerzo, en el que es muy importante la cooperación de los pacientes, pues a veces traen algunos implementos que pueden recuperarse y ponérselos a otros que lo necesiten».

Además, menciónó que cualquiera que tenga un implemento de ortopedia técnica en casa, que no vaya a utilizar más, puede donarlo para dar paso a que otro paciente pueda solucionar su dolencia, como se hizo durante los años del periodo especial.

A otras soluciones se refirió Mirta Aguilar Sobrino, responsable de la Calidad en el Laboratorio. Reiteró que resulta muy difícil lidiar con la falta de recursos, sobre todo cuando sabes que puede haber un operado a corazón abierto necesitando un implemento nuestro, y no podemos hacerlo porque objetivamente no está en sus manos, y ni siquiera depende de la voluntad del país.

«Una de esas innovaciones que resolvió varios casos fue utilizar un polifón de diez milímetros en la sustitución de las suelas para los calzos que llevan los pacientes que tienen acortamiento de los miembros inferiores», abundó Mirta, quien es una de las veteranas en este sensible sitio y, además, organiza el trabajo de los innovadores.

Por los pasillos del Laboratorio de Ortopedia Técnica andan las nuevas generaciones, las muchachas y los muchachos que, con uniforme todavía, ya se vinculan a un ambiente en el que, por encima de todo, se respiran ganas de ayudar, de satisfacer al paciente y mejorar su calidad de vida.

A esta gente los mueve el amor; saben que en sus manos está acompañar la voluntad de muchos de andar por la vida sin detenerse, por empinado que resulte el camino.

Estos magos pudieran hacer mucho más por la vida, por el otro, por el que llega a sus manos con una dolencia, esperanzado de que allí encontrará una solución.

Esta lucha es también de gente que ama contra gente que odia.     

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