Incumplir con la promesa de que los Comités de Defensa de la Revolución (CDR) serán fieles al legado del Comandante en Jefe Fidel Castro, sería imperdonable para Miriam Iluminada Rech Rodríguez, quien se ha esforzado porque se mantenga la cordialidad, el respeto y el cariño entre los vecinos, «valores que son fuentes inagotables del calor humano que el barrio necesita».
Desde los 14 años, Miriam mostró su disposición a asumir lo que necesitara la organización. A lo largo de su trayectoria ha obtenido varios reconocimientos, como la medalla 28 de Septiembre, las distinciones Unidad del Barrio y la Defensa de la Patria, a lo que se suma el mérito de haber sido delegada en tres congresos de los CDR.
Hoy, con 68 años de edad, esta cederista acumula un recorrido de cuatro décadas en el trabajo comunitario, y es la actual coordinadora de la zona 57 del municipio capitalino de Playa.
–¿Cuáles han sido los mayores desafíos como cederista?
–En algunas ocasiones he enfrentado incomprensiones, críticas desmedidas o tristeza por la pérdida física de algún vecino; estas emociones te van sensibilizando y te llegan hondo, porque te involucras y quieres que siempre tengan solución.
«A veces es bien difícil, por disímiles circunstancias, entonces se vuelve un gran desafío entre tú, como ser humano, y tu posición como líder comunitario. Este tiempo te enseña a valorar hasta dónde, cómo y cuándo tu mano es útil; llegas a querer a los niños y adolescentes del barrio como a tus hijos o nietos, entiendes que tu rol traspasa el punto de vista político y te conviertes en un ser social sensible a las vivencias, necesidades e inquietudes, a las tristezas y alegrías de tu comunidad. A veces solo escuchar a una persona que viene a ti, en busca de comprensión, de fe y esperanza, es lindo y liberador».
–¿En su zona tiene algún proyecto o iniciativa específica?
–De conjunto con la escuela de mi comunidad, Adolfo González, presidí por varios años el proyecto Diamante. Entre sus objetivos estaba desarrollar, mediante varios Círculos de Interés, el amor a la Patria, a la historia de Cuba y a personajes de nuestra literatura, para una mejor comprensión y un mayor estímulo de valores humanos y culturales en esos niños.
«Esta iniciativa involucraba, además, a los jóvenes, y permitió que conocieran y se identificaran con el trabajo de los CDR y el barrio; sin embargo, el proyecto se vio afectado por los efectos de la covid-19, entre otros inconvenientes».
–¿Cuál es el tratamiento con las personas más vulnerables de la zona?
Nuestra zona, a nivel de CDR y demás factores, se preocupa porque la población vulnerable reciba los beneficios ofrecidos por el Gobierno, según las disponibilidades y el grado de afectación.
«También los vecinos de la comunidad tienen gestos solidarios, aportan cualquier tipo de ayuda a quienes más lo necesitan».
–¿Cómo los CDR pueden seguir evolucionando para adaptarse a los tiempos actuales?
–En estos últimos años, la organización sufre, conjuntamente con la vida del pueblo, todo tipo de altas y bajas emocionales, estructurales y de funcionamiento; sin embargo, la unidad ha sido el baluarte imprescindible para llevar a cabo tareas de máxima necesidad.
«Tenemos que adecuar nuestras fuerzas y perfeccionar nuestros objetivos y métodos, sin olvidar jamás lo que somos, y que nuestra organización lucha contra la mentira y la desinformación.
«Debemos revivir la solidaridad humana e involucrar a niños y jóvenes en las tareas comunitarias, dándoles protagonismo y respetando sus gustos, y recordar el trabajo de orientación en la educación de los valores patrios y humanos.
«Es necesario el trabajo con las familias y exigir, cuando sea necesario, el apoyo a las instituciones, órganos y organismos en la búsqueda de soluciones. No podemos cansarnos, porque cuando tenemos en el barrio una estructura bien organizada, identificada con nuestra ideología, llevando día a día la verdad irrefutable, entonces en ese barrio hay y habrá Revolución».
–¿Cuáles son sus planes futuros dentro de los CDR?
Siempre será apoyar en todo lo que esté a mi alcance y mientras la edad y la salud me lo permitan. Yo trabajo permanentemente en crear y fomentar canteras de reservas en los jóvenes, como posibles cuadros profesionales dentro de la organización.
«También me gustaría que nuestra capital volviera a retomar su condición de Vanguardia Nacional. Tenemos potencial para lograrlo y celebrar, de nuevo, como aquel glorioso día 28 de septiembre de 1960».



















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Miriam Rech dijo:
1
28 de septiembre de 2024
17:28:01
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