JATIBONICO, Sancti Spíritus.–Si a usted le dicen que ahora mismo este municipio puede comenzar el proceso mediante el cual los delegados de base rinden cuenta de su gestión a los electores, puede creerlo sin temor alguno.
Nadie me lo ha dicho. Lo aprecié en la sesión ordinaria de la Asamblea Municipal del Poder Popular, cuya agenda dedicó deferente espacio precisamente a los preparativos de ese proceso que, a escala de país, debe transcurrir entre el 20 de septiembre y el 15 de noviembre del presente año.
Muy rica, por cierto, en intervenciones (a diferencia de otras en las que hay que estar convocando a la participación), la cita confirmó cuán importante es abonar con tiempo el terreno en el que se va a sembrar.
Dicho en otros términos, asuntos de rutina como atar cabos, con nombre y apellidos, para asegurar himno nacional, bandera, escudo, informe, quien levante el acta, iluminación… y otros no tan formales como precisar por dónde andan las principales preocupaciones de la población, para nada parecen asustar a quienes tendrán a su cargo las 282 reuniones programadas en el municipio.
Por una parte, ha funcionado ya la previsora capacitación, orientación, ayuda. Por otra, delegados de probada experiencia, como Julio Podio, están –y así lo hicieron saber– en la mejor disposición de cooperar con quienes llevan menos tiempo en ese cargo, e incluso con los que por vez primera realizarán una asamblea en su circunscripción.
Estratégica, por el crucial momento que vive Cuba, la rendición de cuenta no puede ser un ejercicio de improvisación. Hay que prepararse. No por casualidad, el país abrió la posibilidad de liberar a los delegados de sus funciones laborales, entre el 1ro. y el 30 de septiembre, a tiempo completo o de forma parcial, para que organicen, prevean, se preparen, integren factores y toquen con la mano todo lo relacionado con sus asambleas.
Tampoco puede haber exceso de confianza, aun cuando de antemano se conozca que problemas como los asociados al mal estado de calles, caminos y carreteras; salideros en redes, abasto de agua, alumbrado público, vivienda, precios, efectos de la bancarización, apagones o producción de alimentos deben aflorar como justas preocupaciones entre quienes esperan de sus delegados la mejor gestión y, para todos, el bienestar al que Cuba no ha renunciado.
Por experiencia, Jatibonico sabe que ofrecer información actualizada de interés, exponer la gestión durante la última etapa, escuchar, debatir, recoger nuevos planteamientos, determinar qué y cómo puede tener solución en la propia comunidad, o estimular a los que más «halan» puede parecer sencillo, pero no lo es, sobre todo si no se concibe y organiza bien de antemano.
Lo reiteró la dirección de la Asamblea Municipal jatiboniquense, y también Osmundo Martínez Montes de Oca, primer secretario del Partido allí, quien, conocedor de estos procesos, sugirió buscar cuanta alternativa en el orden político contribuya al éxito de cada reunión para rendir cuenta, así como motivar a los electores para que no desaprovechen ese espacio, concebido precisamente para que opinen, escuchen, razonen, sugieran y no se queden con nada por dentro.



















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