ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Continúa siendo un reto para este país, eminentemente agrícola, elevar sus producciones. Foto: Miguel Febles Hernández

Mucha tierra vacía queda todavía; sembrarla es la única forma que tiene Cuba de alcanzar la tan ansiada soberanía alimentaria.

Sin embargo, a la mesa llegan los productos físicos, no los planes ni las hectáreas sembradas.

Camagüey, la provincia de mayor extensión territorial del país, se esfuerza para recuperar varios polos productivos y crear otros que garanticen cumplir lo que es ley: nuestra soberanía sobre los alimentos que consumimos.

Buscar alternativas, aplicar la agroecología, utilizar la tracción animal en la preparación de las tierras no debiera ser excepción en las condiciones actuales del país, de carencias de combustibles, herbicidas y fertilizantes.

 

POR SER LO QUE UNA VEZ FUE

En lo que una vez fue el polo productivo San Juan de Dios, en el municipio de Esmeralda, con 1 208 hectáreas, de las que actualmente solo hay ocho sembradas y salvables, se trabaja para recuperar producciones de plátano y yuca.

Allí hay agua suficiente de una presa del sistema de la agricultura y una red de canales que hace ocho años se reparó, y ya hoy no está en óptimo estado.

Esas tierras pudieran dar alimentos hace muchísimo rato, desde cuando estuvieran sembradas al 100 %; pero la empresa municipal que tenía la responsabilidad sobre este polo cayó en números rojos, y los miles de litros de combustibles que se gastaron en preparación de las tierras, las semillas que se destinaron y el esfuerzo de mucha gente se fueron a bolina.

Resulta imperdonable que, a la vuelta de estos años, haya que limpiar 300 hectáreas infectadas de marabú, en las que nuevamente hay que invertir recursos que no sobran.

Hace aproximadamente un mes comenzaron las labores para poner a producir estas fértiles tierras. La Empresa Agroindustrial del territorio, el grupo azucarero (Azcuba) y la Empresa Constructora de Obras para el Turismo (ecoat) tienen la responsabilidad de resembrar lo que se perdió.

«El 80 % está destinado a plátano y yuca, el resto será para cultivos varios, entre ellos maíz, boniato, calabaza, guayaba, melón y mango. Antes de que concluya la campaña de primavera se sembrarán 300 hectáreas de yuca que no estaban en planes», dijo a Granma Juan Hernández López, director de la Agroindustria de Esmeralda.

La ecoat tiene bajo su responsabilidad la recuperación de otras 300 hectáreas. Parte de estas estarán bajo riego, para lo que ya se recuperan los motores y se reparan los transformadores necesarios.

Según explicó Pablo Fernández Martínez, director de la Empresa Constructora, en la actual campaña quedarán listas y produciendo 200 hectáreas. «Las otras cien están infectadas de marabú, y llevan más trabajo».

Ojalá estas 1 200 hectáreas produzcan y no se repita la triste historia en que se volvieron cientos de miles de pesos tirados por la borda, y el tiempo que vale oro.

 

PARA NO REPETIR LA HISTORIA

En la carretera de Camagüey a Vertientes ya son pocas las áreas que se ven vacías a sus orillas; el polo productivo Santa Rosa comenzó por seis hectáreas, y hoy suman 162, pero lo más importante es que siguen sumando.

En ese empeño mucho han tenido que ver los hermanos Jesús y Leonardo Lezcano Capote, que lograron completar cinco caballerías de plátano y de yuca, con cultivos orgánicos e intercalados. Sus tierras han sido el destino de una parte de las vitroplantas que se producen en la biofábrica, Sebiocam srl, con mejor capacidad de adaptación y superiores rendimientos. Además, en esas tierras ya se ha sacado boniato, maíz y algunas frutas.  

Sin embargo, para que sean grandes producciones y satisfagan verdaderamente la demanda de productos agrícolas que tiene la población, varios entendidos coinciden en que el mayor peso lo debe llevar la empresa estatal, y así lo demuestran las cifras históricas.

Eso lo saben bien en la Empresa Agroindustrial de Granos Ruta Invasora, principal responsable del polo productivo Ignacio Agramonte, también ubicado en territorio vertientino. Allí hay listas para sembrar 130 hectáreas que les permitirán arribar a las primeras 268 de plátano y yuca, priorizadas por no requerir grandes gastos ni paquetes tecnológicos.

Wilmer Gutiérrez Cardoso, jefe de la ueb de Mecanización de la empresa arrocera, y responsable del área, explicó que uno de los problemas que atraviesan es la carencia de fuerza de trabajo; a pesar de eso ya se supera el 50 % de lo planificado para este año. No se han dejado detener por las carencias de combustibles y lubricantes. Además de los cultivos priorizados, tienen plantados, fundamentalmente, boniatos, calabaza y frijol caupí.

En ese propio territorio camagüeyano crece el proyecto de desarrollo local Los Cerditos, sus titulares, los hermanos Alain y Alexander Gil González se dedicaban a la cría de cerdos; pero debido al encarecimiento de sus costos decidieron, desde enero, probar suerte en la producción agrícola. Ya tienen sembradas cinco caballerías de plátano y planifican llegar a ocho con tierras que quedan ociosas a su alrededor.

Cerca de 90 000 vitroplantas aseguran la calidad genética de las producciones y el desarrollo futuro con sus descendientes; sin embargo, nada puede fallar, porque no son baratas, cuestan 24 pesos cada una. Además del plátano, los hermanos Gil González no abandonaron los cerdos y se diversificaron hacia el ganado mayor y menor. Como proyecto de desarrollo local, no descuidan su encargo social, y aportan a la escuela de la comunidad, el hogar materno y otros objetivos sociales.

En la concreción de todas esas cosechas y en controlar sus esquemas de distribución estará el éxito de este esfuerzo colectivo. Hacer que esas hectáreas se conviertan verdaderamente en comida para la gente es la única meta permisible para que no se pierdan el esfuerzo y los recursos, invertidos nuevamente, y que estas tierras finalmente den frutos y no vuelvan a ser marabuzales.

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carlos lugo rodriguez dijo:

1

18 de julio de 2024

05:33:33


El MARABU no estaba en ningun plan,crecio espontaneamente en las tierras que se dejaron de cultivar, por la politica agraria implementada por mas de 50 años. Rectificar es de sabios, saldremos adelante con las nuevas politicas para agricultura y ganaderia,etc. Venceremos

Manuel León Hidalgo dijo:

2

18 de julio de 2024

10:15:52


En este artículo se habla mucho de lo que en determinado momento se producía en este polo agrícola, y de los planes actuales de siembra de diferentes renglones, pero no se dice absolutamente nada de la fuerza laboral con la que se pretende llevar estis objetivos a feliz, término, preguntó el periodista a los que le dieron la información con qué fuerza laboral contaban para ello?