ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Con esta inversión capital, la planta recuperará la capacidad de producción que tenía cuando se construyó hace 40 años, asegura Leonel Valdés. Foto: Ronald Suárez Rivas

A poco más de un año del inicio de la inversión, la planta de arena sílice de Pinar del Río, perteneciente a la Empresa  Geominera del territorio, aún no se parece a lo que debe ser.

En algunas de sus áreas todavía hay hombres que desarman estructuras metálicas muy deterioradas por la corrosión, para después cambiarlas, y en otras se limpia el óxido de cuatro décadas con máquinas especializadas y una grúa que los eleva a más de una decena de metros desde el suelo.

Falta el techo de una de las dos naves-almacenes, un largo tramo de la conductora de agua, las esteras y las zarandas y la planta de proceso.

Sin embargo, el ingeniero Leonel Valdés asegura que en los 23 contenedores ubicados en el patio de la industria se halla todo que se necesita para concluir su reparación capital.

«No hay nada que nos lo pueda impedir. Todo el equipamiento que hace falta ya está aquí», dice.

Con un costo de cinco millones de dólares y 35 millones de pesos, la inversión comprende el cambio total de la tecnología, que ya presentaba un deterioro marcado. Además, la rehabilitación del ramal ferroviario por el que se trasladan las producciones, la presa de cola donde se depositan los desechos, las edificaciones administrativas, el laboratorio, el taller…

Leonel señala que, cuando se concluya, la planta volverá a tener una capacidad de producción de 280 000 toneladas anuales de arena sílice, la misma que cuando se inauguró en octubre de 1984.

El destino principal será la producción de vidrio en la Zona Especial de Desarrollo (zed) Mariel, donde se demandarán, inicialmente, unas 38 100 toneladas anuales, y se prevé que las cifras vayan en ascenso, hasta llegar a unas 76 000.

No obstante, la planta pinareña, ubicada en el municipio de Guane, estará en condiciones de aportar eso y más. De ahí que, tras el proceso inversionista, haya que buscar otros clientes dedicados a la producción de vidrio u otras de las aplicaciones que posee la arena sílice.

 

EL RENACIMIENTO DE LA INDUSTRIA

Todo comenzó a principios de 2023. Leonel precisa que, para ese entonces, las entregas habían decaído a unas 30 000 toneladas por año, debido al mal estado del equipamiento y a la drástica disminución de la demanda por parte las industrias cubanas del vidrio.

Ello obligaría a apelar a múltiples alternativas para subsistir y no perder a sus especialistas y a la fuerza de trabajo en general.

«Comenzamos a incursionar en la producción de arena para la construcción, cemento mortero para repello fino y grueso, productos para el mejoramiento de los suelos en la agricultura y hasta lejía y vinagre».

El especialista recuerda que, aunque la planta seguía funcionando, el deterioro era generalizado, debido a los años de explotación y la falta de mantenimientos; por tanto, la arena ya no tenía la misma calidad de otros tiempos.

Es en ese contexto que, a partir de un proyecto para impulsar la producción de envases de vidrio en la zed, se decidió su reparación capital.

Las acciones previstas comprenden un cambio tecnológico completo. Es decir, la sustitución de las bombas de pulpa, las cribas, los hidrociclones, los escurridores vibrantes, los transportadores de arena.

El proceso incluye, además, el reemplazo de las estructuras metálicas que ya no cumplen con los parámetros técnicos, tanto en la planta de procesamiento como en las naves de almacenes, la rehabilitación de los dos ramales ferroviarios de 0,8 kilómetros cada uno, la limpieza del vaso de la presa de cola y la construcción de un muro de contención y una conductora de lodo.

Entre las novedades de la nueva tecnología, el ingeniero destaca la posibilidad de reciclar el agua utilizada en el proceso industrial, a partir de un equipo que la vuelve a clarificar.

Por otra parte, afirma que se prevé la instalación de paneles solares en los techos de las edificaciones socio-administrativas, con una capacidad de generación de 43 megawatts anuales, a fin de compensar la energía que estas consumen.

El especialista cuenta que en 2023 se trabajó en la importación de la tecnología y del equipamiento para el laboratorio, incluyendo los reactivos, y también de otros medios de apoyo, como pipas para el agua y el combustible, montacargas y una grúa.

Las acciones acometidas hasta ahora comprenden la impermeabilización de las cubiertas en el área de oficinas y el laboratorio, el taller de maquinado, y el techado de una de las dos naves-almacenes de 60 metros de largo.

Unido a esto, ya se ubicaron los primeros 800 metros de la conductora de cuatro kilómetros que abastecerá de agua a la industria, desde el río Cuyaguateje.

 

«LO NUEVO ES NUEVO»

Si todo sale como se ha previsto, Leonel afirma que hacia el mes de octubre se estarán dando los toques finales para la puesta en marcha, y que volverá a obtenerse una arena sílice de alta calidad, apta para satisfacer la demanda de los distintos clientes nacionales e incluso para la exportación.

Los estudios realizados arrojan que solo con la zed Mariel la inversión se puede recuperar en un plazo de tres a cuatro años. «Si logramos sumar otros clientes, ese tiempo se reduciría y es, precisamente, lo que necesitamos», comenta. 

Un yacimiento con reservas comprobadas para 25 años y otros que pudieran incorporarse a partir de los estudios que se encuentran en marcha, garantizan una larga vida para esta valiosa industria, cuando terminen los trabajos y se reinicie la producción.

Para José Antonio Valdés, uno de los obreros que ha estado aquí desde su construcción, hace 40 años, se trata de una noticia excelente que le devolverá la vitalidad a una instalación a la que le ha dedicado la mayor parte de su vida.

«Yo he pasado más tiempo aquí que en mi casa, y no me arrepiento, porque me gusta el trabajo con los hierros», dice.

Enfrascado junto a su brigada en el montaje de la nueva tecnología, confiesa que al cabo de tanto tiempo uno termina tomándole cariño a cada elemento que ahora se desecha y que durante décadas le tocó «mecanear» para mantenerlo de alta.

Sin embargo, advierte que uno no puede ir en contra del desarrollo. «La planta que teníamos era muy buena, pero ya estaba demasiado deteriorada. Y esta que vamos a instalar también es buena. Yo ya la vi en los contenedores. Son equipos magníficos. Además, lo nuevo es nuevo».

 

  • La arena sílice de la industria pinareña se usa también para producir el abate que se emplea en la campaña antivectorial contra el mosquito Aedes aegypti. 
  • Además, como arena de moldeo en las fundiciones, en la producción de adocretos para la ZED Mariel y en la preparación de concreto de alta resistencia.
  • En Cuba existen, además, otras dos plantas de procesamiento: la de Buenavista, en la Isla de la Juventud, y la de Trinidad, en Sancti Spíritus.
  • Es uno de los llamados minerales industriales.
  • Es el componente principal para la fabricación de vidrio, y también se utiliza para muchas otras aplicaciones como el filtrado de agua, la elaboración de pinturas, la electrónica y en la industria petrolera.
  • Retiene la humedad y mantiene la temperatura.

 

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Nilda Ramos Acanda dijo:

1

31 de mayo de 2024

09:42:03


Excelente noticia para los que vimos contruir la Planta de Arena Sílice en Molina, Guane. Me alegro muchísimo porque así tenemos mayor oferta de trabajo para mis coterraneos.