«¿Han leído la obra Martí, el Apóstol, de Jorge Mañach?», pregunté a un grupo de jóvenes que cursan el preuniversitario en una escuela de Santa Clara. «No sabemos de qué nos habla», contestaron a coro.
–¿Saben quién fue Mahatma Gandhi?
–Bueno, por el nombre debe ser algún artista famoso de Hollywood–, expresó uno de los muchachos, mientras el resto se reía a carcajadas.
–¿Conocen por qué José Martí fue a prisión cuando tenía la edad de la mayoría de ustedes?
–Ay no, eso nunca nos lo han explicado. De él sabemos que organizó la guerra del 95 y murió en Dos Ríos–, dijo con pena una de las estudiantes.
Incrédulo ante aquellas muestras de desconocimiento sobre esas y otras obras y personalidades de Cuba y del mundo, me animé a continuar el diálogo con aquel grupo de mozalbetes que conversaban, animadamente, en el parque Leoncio Vidal, de Santa Clara. la mayoría de ellos reconoció no haber leído jamás un libro de Historia vinculado a nuestras guerras de independencia, y mucho menos de la cultura universal.
«Señor no se ponga bravo, nosotros no tenemos tiempo para eso. Lo que leemos no tiene que ver con eso, y es a través de los celulares o las tabletas», expresó, de manera sincera uno de los más parlanchines.
Formo parte de una generación educada en la lectura de los mejores textos de la literatura cubana y universal. Para muchos de nosotros, no había mejor regalo que un buen libro.
Corren tiempos difíciles, de muchísimas carencias de todo tipo, las cuales han impactado en la conducta y en los valores de algunas personas que ya no reciben las influencias positivas que antaño nos transmitían la familia, la escuela y la comunidad. Sin embargo, nada justifica el descuido que hoy se observa en la divulgación de aquel arsenal de heroísmo sin par que fueron nuestras luchas por la independencia; además de otras páginas gloriosas de la historia moderna, entre ellas, las proezas de Bolívar, del general Zhukov o de Eduardo García Delgado, quien, al ser alcanzado por la metralla, guardó fuerzas para escribir, con su sangre generosa, el nombre de Fidel.
También está clara la necesidad de hablar de otros héroes más cercanos, de los que tenemos por cientos al doblar de la esquina, en la cuadra, en la finca, en la escuela o en el centro de trabajo.
¿Es que acaso quienes pelearon en Girón, estuvieron en la Crisis de Octubre o realizaron la Campaña de Alfabetización no hicieron historia? Están también los miles de cubanos que cumplieron y aún cumplen misiones internacionalistas en lejanas tierras, la mayoría de los cuales son héroes anónimos de la Patria. Olvidar esos hechos constituye un error imperdonable, que impedirá comprender en toda su dimensión quienes somos y hacia dónde vamos.
Los tiempos cambian, es cierto. Nadie puede pretender que nuestros niños y jóvenes piensen y actúen como sus padres y abuelos. Mas, constituye un deber de todos los que tienen que ver con la formación de valores en nuestros jóvenes, poner a disposición de ellos ese rico arsenal de conocimientos.
Dudo mucho que la muchacha que me confesó, de manera sincera, desconocer que nuestro Héroe Nacional estuvo recluido en las canteras de San Lázaro, no sea capaz de conmoverse ante la lectura de El Presidio Político en Cuba, y la denuncia que en esa obra realiza Martí de las atrocidades cometidas por la metrópoli española.
Tampoco creo que nuestros niños puedan ser insensibles ante la persecución y la tragedia vivida por la joven Ana Frank y su familia, quienes debieron ocultarse de los nazis en Ámsterdam, durante dos años, por el simple hecho de ser judíos; o ante aquel momento sublime en que Mariana Grajales hizo jurar a sus hijos que lucharían por la Patria o morirían por ella.
No estoy convencido de la apatía de los más jóvenes hacia este tipo de temas. Más bien pienso en un descuido colectivo que no ha sabido fomentar la lectura y la pasión hacia esos asuntos, dejando espacio a la banalización y al fomento de productos culturales de dudosa calidad. A tiempo estamos de reparar ese dislate, para bien de la sociedad que soñamos construir.
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fabriciano dijo:
1
12 de mayo de 2024
19:23:57
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