
A poco más de un mes del triunfo de la Revolución fue declarado el Comandante Ernesto Che Guevara ciudadano cubano, con la aprobación entusiasta del pueblo que reconocía en el médico argentino al héroe de la batalla de Santa Clara y un ejemplo en la lucha contra la tiranía.
Hace ya 65 años, el 7 de febrero de 1959 se promulgó la acreditación del Che como ciudadano cubano por nacimiento, lo cual recibió formalmente el 9 de febrero. Igualmente, se le otorgó ese mes el título Doctor Honoris Causa en Pedagogía, el Colegio Médico Nacional le confirió la categoría de Médico Cubano Honorario, y fue nombrado hijo adoptivo de Cabaiguán y Fomento el 8 de febrero.
En junio de 1959 El Che, como se le conocía entonces en Cuba y hoy se le conoce en todo el mundo, contrajo matrimonio con la combatiente villareña Aleida March con la cual llegaría a formar una familia de cuatro hijos: Aleida, Camilo, Celia y Ernesto.
En el ámbito militar, como jefe de la Región Occidental durante la invasión mercenaria por Playa Girón, el Che establece su jefatura en Pinar del Río, al igual que lo hizo luego en la Crisis de Octubre, y ubica el mando de las tropas del oeste del país en la cueva de Los Portales, en esa misma provincia.
Desde el propio año 1959, por su prestigio internacional, desempeña diversas misiones en la política exterior de la Revolución Cubana. Viaja al frente de numerosas delegaciones, destacándose el recorrido que realiza en 1959 por los países que conformaban el Pacto de Bandung, antecedente del Movimiento de Países No Alineados.
De julio a agosto encabeza la delegación oficial a los Emiratos Árabes Unidos, y Egipto donde conoce a Gamal Abdel Nasser. El viaje lo lleva a la India, Tailandia, Japón, Indonesia y Pakistán, en todos los cuales realiza importantes contactos en apoyo de la naciente Revolución Cubana que ya comenzaba a ser agredida por Estados Unidos.
Che regresa a Cuba por Europa Oriental y Occidental y termina su gira en Marruecos. Al llegar a La Habana declara estar sorprendido por la gran simpatía que la Revolución Cubana había despertado alrededor del mundo.
Como ministro de Industrias, el Che sentó las bases del desarrollo del país, multiplicando la inauguración y ampliación de fábricas, y desarrolló e implantó el Sistema Presupuestario de Financiamiento, donde se conjugaba de manera armónica el desarrollo productivo y el de la conciencia.
El 17 de octubre de 1959 aconseja a los estudiantes universitarios «(...) tomar contacto con la gente, no para ayudarlos con su conocimiento o lo que fuera – como una mujer aristocrática que da una moneda a un mendigo- sino para volverse partícipes de las fuerzas revolucionarias que gobiernan Cuba hoy. Para poner sus hombros y ayudar a la revolución y al mismo tiempo obtener experiencias que pueden llegar a ser más importantes que aquello que aprendan en las aulas». El 23 de noviembre del primer año de Revolución introduce el trabajo voluntario en Cuba, dando personalmente el ejemplo.
A fines de 1960 los Estados Unidos establecen un bloqueo comercial contra Cuba, que cerrarían el 4 de febrero de 1962 con un memorando presidencial de John F. Kennedy, con la intención de asfixiar al pueblo y rendirlo por hambre. Che encabeza entonces una delegación oficial cubana a lo largo de los antiguos países socialistas. Viaja a la Unión Soviética, Alemania del Este, Checoslovaquia y luego a China y Corea del Norte, y en todos ellos concreta importantes acuerdos de cooperación para enfrentar y resistir el bloqueo.
A comienzos de 1961 los Estados Unidos cortan todas las relaciones diplomáticas con Cuba y el Che, en nombre de Cuba, participa ese mismo año en el Consejo Interamericano Económico Social, en Punta del Este, Uruguay.
En 1964 representa a Cuba en la Conferencia de Comercio y Desarrollo de la ONU, en Ginebra, Suiza, y en la XIX Asamblea de la ONU, en Nueva York. Allí, el 11 de diciembre de 1964, Che acusó en fuertes términos a Estados Unidos y destacó el pasivo rol de la ONU en el asesinato del líder congolés Patricio Lumumba y el papel de Washington para poner a Moise Tshombe como presidente de Congo, el mismo hombre que, con ayuda belga, trató de tomar la provincia de Katanga y separarla del resto del Congo.
«Toda la gente libre del mundo debe estar preparada para vengarse del crimen del Congo», dijo el Che y después de su intervención en Naciones Unidas inició un extenso periplo por el continente africano, en el que se entrevistó con un grupo de dirigentes revolucionarios de diversos países de esa región, en lo que sería el preludio de su lucha internacionalista en el Congo en abril de 1965 y tiempo después en Bolivia.



















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