
Alexei Áreas Cruz es un padre de familia. Su esposa y dos hijos constituyen una motivación constante en su vida y, a la vez, una especie de talismán en los momentos de peligro y riesgos que, para él, son prácticamente diarios.
Desde hace 19 años se desempeña como liniero especializado en la Unidad Empresarial de Base de Servicios Comerciales de la Empresa Eléctrica de Las Tunas y, en ese tiempo, sus cualidades humanas, su alto sentido del deber, su compromiso, le han hecho merecedor del reconocimiento y la admiración de sus compañeros.
Cuenta con orgullo que se incorporó a un curso de liniero en el año 2003, y no imaginó todo lo que lograría. Actualmente, su preparación le permite trabajar, como ellos dicen, «en caliente» (con el circuito en activo) hasta 13 000 voltios.
«Es un oficio muy peligroso, eso lo sabemos y lo llevamos presente cada día, cuando salimos de nuestra casa. Pero si nos cuidamos, si tomamos todas las precauciones, si utilizamos debidamente los medios, disminuimos mucho el riesgo de accidente».
Aunque la labor que desempeña se centra, fundamentalmente, en atender urgencias eléctricas dentro del propio territorio, colaboró en la recuperación tras el tornado en La Habana, una experiencia retadora y compleja. También tuvo la posibilidad de cumplir misión internacionalista en la hermana República Bolivariana de Venezuela, periodo que recuerda con gran satisfacción.
«Allí tuve excelentes compañeros y fue un periodo muy útil para mi desempeño profesional. Tuve la posibilidad incluso de impartir algunos cursos, tanto para cubanos como para colegas venezolanos. Soy de los que siempre trata de aprender, de superarse, y me gusta también compartir lo que sé».
Y esas habilidades, muchas veces circunscritas al ámbito laboral, pueden ser muy útiles en los momentos más inesperados. Así lo comprobó Alexei de forma inusitada, en un día cualquiera, cuando se disponía a cumplir con el cotidiano deber.
«Íbamos a atender una interrupción en una zona rural y, delante de nuestra camioneta, iba una rastra con un equipo agrícola a gran altura. El operario del equipo iba apartando los cables con una vara, y en un momento cogió con la mano uno de ellos que pertenecía a un circuito de alta tensión. Rápidamente pedí al despacho que cerraran con urgencia ese circuito, y logré socorrer al compañero, le di los primeros auxilios allí mismo, y logré salvarle la vida. Si nosotros no hubiéramos estado cerca, la historia sería diferente».
Recuerda siempre esa anécdota, porque la vida salvada pudiera ser la de un compañero, o la suya propia.
«La mentalidad diaria es hacer las cosas bien, por uno mismo y por los demás; saber que te esperan en la casa y tienes que volver. Claro que todo eso se hace más fácil cuando uno ama lo que hace, cuando tiene sentido de pertenencia con su empresa, con la misión que nos corresponde con el pueblo.
«Antes se buscaba a un liniero por su tamaño, por sus condiciones físicas, pero hoy lo más importante es la actitud, sobre todo la responsabilidad. Formar un liniero no es cosa de un día, lleva años. No podemos ser mecánicos, hay que tener conocimientos, saber lo que se hace».
Aunque se saben poseedores de la admiración de todo el pueblo, nada de eso los envanece. La mejor celebración por su día es el cumplimiento del deber, como bien claro lo expresa este tunero.
«Modestamente, puedo decir que Cuba tiene una fuerza muy valiosa en sus linieros; estamos ahí para lo que se necesite, y seguiremos estando».








 
     
    










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carlos lugo rodriguez dijo:
1
17 de enero de 2024
00:19:26
carlos lugo rodriguez dijo:
2
17 de enero de 2024
00:20:23
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