
Lo que se le está robando al país por concepto de fraudes eléctricos es casi tan grande como lo que genera la central termoeléctrica Antonio Guiteras, una de las de mayor capacidad de generación de la Isla.
El dato comparativo lo dijo, en una emisión reciente del espacio televisivo Mesa Redonda, Vicente de la O Levy, ministro de Energía y Minas, quien expuso, entre las tipicidades del fraude, la manipulación del metrocontador, el desvío del circuito de las viviendas o tomar de la acometida directa, por fuera del metro.
Todo ello da la idea de que no se trata de un problema menor, sino de una circunstancia lacerante que atenta contra el mismo pueblo, como parte de una cadena de efecto-reacción. Quienes ven en esta ilegalidad la solución a sus problemas, en realidad afectan a los conciudadanos, al contribuir de esa forma, entre otros perjuicios, al incremento de los apagones.
De la O Levy también explicó que hay que reconocer la existencia de un déficit de metrocontadores, para lo cual ya se cuenta con financiamiento, y se están adquiriendo, tanto para los clientes de 220 voltios como para aquellos de 110 voltios que lo tienen roto.
Añadió que algunos clientes, a partir del acuerdo que se hacía con la Empresa Eléctrica, al no disponer de metros, consumían más.
El titular del sector energético graficó el volumen de la ilegalidad, en conjunto, al señalar que fueron detectados 226 000 fraudes durante el año pasado.
Precisó que se constata la comisión del hecho, al leerse la diferencia entre la energía que se genera y la energía que se cobra.
Además, aseveró que continúa la intensificación de la batalla contra un flagelo semejante, el cual Cuba, como ningún país, no puede darse el lujo de permitirse.
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