ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
La crecida del río Cabaña impuso una movilización inmediata. Foto: Tomada de Telecristal

Las sorpresivas inundaciones que padecieron el pasado domingo barriadas de la ciudad de Moa, fueron seguidas de un rápido y coherente proceso de recuperación, con protagonismo de entidades y la población locales, ayudadas igualmente por instancias provinciales.

Según informaciones obtenidas en contactos con colegas de Moa TV,  el lunes continuaban las labores de saneamiento en el interior de varias de las 130 viviendas afectadas en el barrio Pedro Soto Alba, conocido popularmente como Ecrim, víctima de la mayor crecida del río Cabaña en los últimos 27 años, de acuerdo con la memoria popular.

El domingo 12, las lluvias, que registraron un acumulado por encima de los 200 milímetros en algunos sitios, hicieron que la vía de agua se saliera de su cauce natural y entrara en la citada barriada, dejando, en el interior de las casas, elevadas acumulaciones de lodo rojizo, que junto al agua, fueron el motivo principal de los daños en un número considerable de efectos electrodomésticos, muebles y otros objetos.

Las personas afectadas reconocen el inmediato proceder de brigadas de las fábricas productoras de níquel Pedro Soto Alba y Ernesto Che Guevara, y del Combinado Mecánico de la rama, que, además de enviar sus equipos de rescatistas, acudieron con medios técnicos decisivos para extraer el fango depositado en las viviendas y realizar otras labores.

Asimismo, agradecen la presencia de un destacamento integrado por miembros de la Federación Estudiantil Universitaria, quienes estuvieron entre los primeros en emprender acciones de saneamiento y realizar evaluaciones de daños.

La respuesta integral dada en interés de mitigar el impacto negativo del fenómeno meteorológico, incluye la creación de una fuerza técnica que revisa los medios electrodomésticos afectados y de otros tipos, con el fin de determinar si es posible recuperarlos.

Contactado por la prensa de la localidad durante la mañana del lunes, el jefe del Programa de Zoonosis del Centro Provincial de Higiene y Epidemiología, doctor Humberto Rivera Almaguer, quien llegó a Moa al frente  de un equipo de trabajo, comentó que estaba en marcha un periodo crucial para evitar brotes diarreicos o de leptospirosis, que suelen aparecer tras una situación como la ocurrida aquí.

Se ha creado, explicó, un puesto de mando para la vigilancia epidemiológica, así como se dispone de los medicamentos para usar en estos casos, que, de aparecer, pueden ser tratados en el hospital municipal por personal con alta preparación.

Al mediodía del lunes, 30 pobladores del barrio Pedro Soto Alba continuaban evacuados en el centro preuniversitario Ñico López,  y otros 30 permanecían protegidos en casas de familiares o de amigos.

En cuanto al barrio Joselillo, fuentes locales aseveraron que la inundación no llegó a tener la magnitud de la vivida en la otra parte. A la vez, aseveraron que en la zona montañosa, uno de los mayores daños se localizó en una obra de fábrica del camino a la comunidad de La Melba.

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