La electricidad en Cuba es escasa, pero tiene quien la derroche, pues 6 857 entidades han sido detectadas como violadoras de las indicaciones, aplicables a todos los sectores y actores de la economía del país, y orientadas por el primer ministro, Manuel Marrero Cruz, para reducir el consumo de energía eléctrica en horarios de máxima demanda diurna y nocturna.
De tales faltas se reportó en el Noticiero de la Televisión Cubana, al reseñar una sesión del Consejo Energético Nacional (CEN).
Las infracciones están asociadas, principalmente, al uso de aires acondicionados, iluminación, y equipos encendidos innecesariamente en horarios pico.
La sesión más reciente del CEN también analizó la incidencia de otros fenómenos tan dañinos como el robo de corriente y el fraude energético.
A esas prácticas ilegales, Erdey Cañete Tejías, director de la Oficina Nacional de Uso Racional de Energía (onure), le atribuye una cuota superior al 10 %» de toda la energía que hoy se está perdiendo, «más del 23 % (en total) de la que está en barra», afirmó.
El asunto exige imprimirle rigor al trabajo desde las oficinas comerciales de cada territorio, sobre todo de las supervisoras, según la fuente.
En tal sentido, adelantó el ingeniero Alfredo López Valdés, director general de la Unión Eléctrica, se trabaja en elevar la preparación de los que en la base visitan los hogares en cada municipio, para que puedan identificar posibles ilegalidades.
Pero no se trata solo de talleres, dijo López Valdés, y anunció una modificación al sistema de pago de las supervisoras, de modo que, en cada caso, la remuneración responda a los resultados de su labor.
Será «un pago que tenga que ver con la calidad de la supervisión; cuando la supervisora revisa con calidad, obliga a que los lectores (de metrocontadores) hagan lo mismo».
La referida sesión del CEN centró sus análisis en cómo aprovechar mejor las reservas de ahorro no explotadas aún, para disminuir demandas.
A propósito, y en alusión a las entidades y actores económicos que inciden en la problemática, «es necesario ir a las producciones que sean vitales», recalcó el Director de la onure; las demás –agregó– en el horario pico, necesariamente, tienen que tener una paralización, no solo en el sector estatal.
Por la cantidad de clientes que hay en el sector residencial, pequeñas acciones pueden resultar en grandes impactos de consumo y demanda», valoró.
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