ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA

Santa Cruz del Sur, Camagüey.–La comunidad de Cándido González, en este municipio, resultó entre las más afectadas por las intensas lluvias de la semana pasada en Camagüey. Los acumulados de precipitaciones se unieron a los volúmenes que alivió el embalse Najasa II y, según cuentan los pobladores, no recuerdan haber visto algo similar.

El martes, todavía las aguas no habían regresado del todo a su cauce natural, y persistían sitios en los que daba a la rodilla, aunque ya se podía caminar por zonas que hacía apenas unas horas estaban inundadas. Sin embargo, se trabajaba por recuperar lo que se pueda, y por que todo quede mejor que antes.

RECUENTO NECESARIO

En cuatro días se acumularon más de 450 milímetros de agua, lo que provocó que la presa sobrepasara su capacidad técnica al 119 %, amenazando la integridad estructural de su muro, por lo que hubo que aliviarla. De lo contrario, aseguran los especialistas, las consecuencias hubieran sido peores.

Como resultado de las severas inundaciones, quedaron aisladas seis comunidades, pero las mayores afectaciones se concentraron en 21 de Octubre y Chaparritas, donde el nivel del agua llegó hasta los tres metros. Ante esta situación, fue necesario proteger la vida de 971 personas, 888 se autoevacuaron en casas de familiares o amigos, y 83 fueron trasladadas a albergues.

Las afectaciones se concentran, fundamentalmente, en la pérdida de las pertenencias, demás, hay 33 viviendas con daños, de estas 30 reportan derrumbes. Una mirada distinta han tenido las 61 personas vulnerables, entre ellos 12 ancianos que viven solos, encamados, madres con hijos, que perdieron buena parte de lo que tenían, y el Grupo Temporal Provincial ha orientado atenderlos con prioridad.

SALVAR LA VIDA, LO PRINCIPAL

La delegada de la circunscripción 275 del consejo popular de Cándido González, Yanet Batueca Blanco, asegura que la respuesta de la población fue buena, «hubo disciplina, siempre hubo quien se confió, a pesar de que se les dijo que las inundaciones iban a llegar adonde nunca habían llegado, pero esos fueron los menos». Ella contó a Granma que el apoyo de la gente fue esencial para evacuar a una lactante de solo 12 días, y a una embarazada, antes de que quedaran sin paso por los puentes que dan acceso al sitio.

A Ileana Cabrera hubo que sacarla de su casa en María Luisa, cuando las aguas comenzaron a avanzar. Ella está embarazada, tiene 27 semanas, y agradece a todo el personal que la rescató y la trasladó hasta el hospital de la cabecera municipal: «Eso estuvo feo, el camino está muy malo y el tractor parecía que no podía, pero al final llegamos y no hubo que usar el bote que llevaban, por si era necesario».

Yolexis Luis Pavón recogía desechos en el parque, porque su intención es que todo quede como antes, o mejor. Este trabajador de Servicios Comunales no recuerda cosa igual, pero es consciente de que ahora lo que queda es trabajar, «no podemos esperar a que las cosas nos caigan del cielo, hay que trabajar mucho; por eso, sin que nadie me lo dijera, estoy aquí haciendo lo que me toca».

Para Frank Díaz Espinosa, vecino del barrio Las Van, también en Cándido González, han sido días tensos. «Lo que me ha ayudado es la esperanza de que aquí nadie queda desamparado.

Hemos perdido mucho, hasta los recuerdos, los animales, pero de esta tenemos que salir entre todos, recuperarnos con nuestros esfuerzos, salvar lo que se pueda y seguir adelante».

Con ese espíritu se levantan las comunidades afectadas en Camagüey, en Cuba, para borrar las huellas de esta otra prueba de la naturaleza. A la gente la mueve la esperanza de que todo quede mejor que antes.

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