Camagüey.–Maykel León Guevara lleva 19 años de salvavidas y rescatista de la Cruz Roja. Actualmente es el jefe del grupo del municipio de Camagüey, y sabe muy bien lo desagradable que es la sensación de estarse ahogando, pues la vivió. Precisamente por esa experiencia –develó a Granma– escogió la difícil tarea de exponer su vida para salvar a otros.
«En el momento de los rescates no se puede pensar mucho, cualquier distracción te puede costar la vida, pero yo lo que llevo en la mente es evitar que esa persona pase por lo mismo que yo, y hago lo que me gustaría que hicieran si fuera algún familiar mío».
La experiencia de los días recientes lo marcó. Nunca había vivido nada parecido a lo causado por las intensas lluvias esta vez, aunque se había expuesto a otros peligros. Sus misiones fueron en El Retiro, en calles muy próximas a un río crecido que pasa por esa zona.
«La corriente del agua era muy fuerte y debíamos llegar a una casa en la que estaban una muchacha embarazada, su mamá y un perrito. Se encontraban trepadas en un escaparate donde casi llegaba el agua también.
«La puerta de la vivienda estaba a favor de la corriente, no se podía abrir porque corría riesgo todo lo que estaba adentro, hasta la propia edificación se comprometía. Todo allí adentro estaba flotando, refrigerador, televisor, motorina, hasta la canastilla la perdieron. Por donde estábamos nosotros, buscando la manera de entrar, pasaban troncos, palos que había que esquivar. Entramos, cuidándonos unos a los otros y logramos sacarlas a ellas y a su mascota».
Para Maykel, hubo exceso de confianza en la población, hacía muchos años que no sucedía y, además, esta vez llegó a lugares donde jamás había alcanzado el río.
«Hubo personas en la zona de prolongación de Palma que se negaban a salir de sus hogares y nosotros, que somos mediadores también, los convencimos. Tuvimos que conversar mucho, pero al final accedieron, y quién sabe si fue otra vida que salvamos. Todo lo demás se puede recuperar con el tiempo, porque Cuba no deja a nadie desamparado, pero la vida no se puede recuperar».
Dimas Armando Olivera Olivera, jefe de operaciones de la Cruz Roja en Camagüey, explicó que la labor de los más de 2 000 voluntarios comenzó antes de la llegada del fenómeno hidrometeorológico, cumpliendo con la función preventiva que tiene este mecanismo.
«Pero cuando comenzaron las lluvias intensas, trabajamos directamente en la evacuación de personas hacia lugares seguros. Los salvamentos se hicieron en condiciones hostiles, los ríos crecidos y mucha corriente, que te arrastraba a una gran velocidad. Bajamos personas de azoteas y techos que se encontraban en situaciones de peligro. No solo los rescatados, también los rescatistas nos expusimos».
A Dimas le tocó la zona de La Caridad, Alturas del Cerro, y lo que más le reconforta es que, afortunadamente, todos los rescates fueron exitosos. «Tuvimos que hacer búsquedas de superficie en la presa Máximo, y era tanta la corriente del agua que el bote, con motor y todo, no avanzaba. Pero lo más peligroso fue en Ojo de Agua, donde el río se llevó el puente y estaban personas muy desesperadas del otro lado. Tuvimos que calmarlas a viva voz y preguntar detalles para planear la acción. Lo más importante fue que, con la cooperación de los vecinos, hicimos un croquis de cómo llegar por los patios, y cumplimos con nuestra labor: salvar a las personas».
Este rescatista, que lleva diez años en la Cruz Roja, pidió a la población ser responsable y cumplir las orientaciones, porque después hay que poner en riesgo la vida de un hombre, con familia, con sueños, por una irresponsabilidad.
Los dos coinciden en que no hay nada más importante y lindo que la sensación de salvar una vida, de saber que esa persona ya no corre peligro, sentir de cerca el agradecimiento. «Te da la paz de saber que hiciste algo bueno por el otro, por un ser humano igual que tú», enfatizó Maykel León.



















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Milagros dijo:
1
16 de junio de 2023
06:56:33
Lucía dijo:
2
16 de junio de 2023
09:27:18
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