ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Tras la pandemia, este equipo retoma de forma paulatina los encuentros y jornadas científicas como medio para la sistematización de su actividad investigativa. Foto: Leydis María Labrador

Las Tunas.–Dice una especie de postulado muy común en el argot de las ciencias médicas, que no hay enfermedades, sino enfermos. Son muchos los factores que pueden influir en la evolución de un paciente, pero, sin duda, la capacidad de respuesta de su sistema inmune puede llegar a ser determinante.

Es por ello que, desde su surgimiento, la Inmunología ha ganado un espacio vital en la comprensión del funcionamiento del cuerpo humano, y, a su vez, ha enriquecido y enriquece el trabajo de otras ciencias y especialidades médicas.

Cuba tiene un largo camino recorrido al respecto, del que pudieran ponerse miles de ejemplos; quizá el desarrollo de la Vacunología sea el más conocido por todos. Sin embargo, el país ha logrado también una atención integral a los pacientes que padecen inmunodeficiencias en cualquiera de sus clasificaciones, con notables resultados en la elevación de su calidad de vida gracias, incluso, a protocolos terapéuticos de factura nacional.

Al trabajo de los especialistas que eligieron esa rama de la Medicina, desde el balcón del oriente cubano se acerca hoy Granma.

CUMPLIR CON TODO SIN QUE MERME LA CALIDAD DEL TRABAJO

El título de este epígrafe es una máxima que, por más de tres décadas, ha conducido como brújula el trabajo del pequeño equipo de inmunólogos con que cuenta el territorio. Profesionales de un alto nivel académico y científico, que, como asegura la especialista de Segundo Grado y máster en Ciencias Olga Lina Pupo Rodríguez, jefa del Grupo Provincial de Inmunología, son capaces de crecerse gracias a su máxima de trabajo en equipo.

«En la cuestión asistencial cubrimos toda la provincia, damos consultas en los policlínicos de las áreas de Salud de Las Tunas, y los municipios se incorporan a consultas centralizadas de los hospitales provinciales y el Guillermo Domínguez, de Puerto Padre», apuntó.

Estos especialistas asumen, además, la valoración de pacientes ingresados, atienden a la comunidad en las interconsultas de los policlínicos, llevan el laboratorio con sus medios diagnósticos, y a todo eso se suman la docencia, en pre y posgrado, y el desarrollo de diversas líneas de investigación.

Precisamente la docencia es una de las actividades a las que dedica gran parte de sus energías y conocimientos la especialista en Segundo Grado y máster en Ciencias Enelis Reyes Reyes. Sus propias palabras indican el porqué.

«Es notable el aporte transdisciplinario e interdisciplinario de la Inmunología al resto de las ciencias médicas. Nosotros estamos apostando por esa mirada desde el mismo pregrado, de que la Inmunología es imprescindible en su pensamiento como médicos».

En esa dirección se han dado pasos de avance, por ejemplo, con la inclusión, en el plan de estudio de la carrera de Medicina, de la asignatura Sangre y sistema inmune. No obstante, Reyes Reyes sabe que no basta.

«Hay que sistematizar los conocimientos y eso es algo que no hemos logrado en toda la dimensión que se necesita. Su presencia en las carreras de la Salud le da la categoría de acervo cultural indispensable en la formación de cualquier profesional. Si hablamos de posgrado, debemos decir que todas las especialidades lo necesitan».

Tales criterios han convertido a Enelis Reyes en una de las mayores defensoras de la necesidad de abrir la especialidad en Las Tunas.

«La formación de residentes de Inmunología ha sido una debilidad para la provincia. Quizá no tuvimos la visión a tiempo de que podíamos comenzar esa formación aquí en el territorio. Tenemos que lograr que, desde el pregrado, se comprenda y se demuestre su utilidad».

INVESTIGACIÓN Y ESTUDIO PARA UNA CIENCIA EN DESARROLLO

«Como toda área de la Medicina o de cualquier ciencia, en el caso de la Inmunología las vías de desarrollo están en la investigación. Esta es una ciencia que se caracteriza porque todavía está en franco desarrollo».

Así lo asevera otro miembro de este equipo, el también especialista de Segundo Grado y máster Orlando Rafael Serrano Barrera.

«Desde que surgió la especialidad en la provincia, se ha trabajado constantemente en proyectos que han permitido crear las condiciones favorables para el funcionamiento del laboratorio, y aportar también a líneas de investigación que aquí son dos,

esencialmente: el estudio y la atención a los pacientes con inmunodeficiencias, fundamentalmente las primarias, que son aquellas de causa genética y que habitualmente comienzan en edades muy tempranas, y la atención a pacientes con enfermedades autoinmunes, sobre todo las que son de naturaleza reumatológica, a las que hemos brindado, pese a carencias y dificultades, un soporte de laboratorio por tres décadas, desde su apertura por la doctora María Mercedes Bello Rodríguez, quien se mantiene al frente del Departamento desde entonces».

Serrano Barrera es, de hecho, un avezado investigador que se ha adentrado en varios campos esenciales para la ciencia. Él ha seguido caminos como la modelación computacional de la respuesta inmune y, a su vez, lleva un estudio, desde hace varios años, acerca de la historia de la Inmunología en Cuba.

Con una visión realista y profunda de las realidades que plantea hoy esta ciencia, se ha convertido en uno de los impulsores para el manejo, por parte de los nuevos profesionales de la Salud, de los aspectos relacionados con la Medicina de precisión.

«No podemos esperar a disponer de las tecnologías ómicas para empezar a preparar a los trabajadores del sistema de Salud en sus principios, aplicaciones y beneficios en la práctica clínica, la docencia médica y las investigaciones».

«¿Qué hemos hecho en la provincia? Creamos una cátedra multidisciplinaria de Medicina Genómica, el 25 de abril de 2018, adscrita a la Universidad de Ciencias Médicas de Las Tunas. Mantenemos el sitio web Medicina Genómica, que se complementa con el Repositorio de recursos sobre Medicina Genómica. Diseñamos, además, una propuesta de asignatura para el currículo optativo-electivo de la carrera de Medicina, llamada Introducción a las tecnologías ómicas, que ha sido recomendada por la Directora de Pregrado de la Dirección General de Docencia Médica del Minsap, a las comisiones nacionales de las carreras de Ciencias Médicas, para su implementación en todo el país».

EMERGENCIA Y REEMERGENCIA DE ENFERMEDADES INFECCIOSAS

Sin dudas, el desarrollo de la Inmunología en Cuba ha tenido un impacto notable, y la pandemia de la COVID-19 lo demostró. El uso del interferón y la Biomodulina t en los protocolos de tratamiento, y las propias vacunas cubanas contra el virus, son notables ejemplos.

Sin embargo, aunque las inmunodeficiencias no tienen números alarmantes entre la población tunera, una de nuestras entrevistadas asegura que la emergencia y reemergencia de enfermedades infecciosas ha marcado un antes y un después en materia de morbilidad.

«Por mi experiencia te puedo decir que la morbilidad de las inmunodeficiencias secundarias ha aumentado. ¿Secundarias a qué? Al incremento de enfermedades infecciosas que han aparecido y reaparecido en este siglo», asegura Enelis Reyes Reyes.

«La pandemia de la COVID-19 –continuó– ha dejado un antes y un después en la Inmunología. Ya lo había hecho el vih en el siglo XX y ahora viene el SARS-COV-2, en el siglo XXI, a dejar una impronta en la inmunidad de aquellas personas que padecieron la COVID-19. A partir de ahí hay un aumento de las hiperreactividades que son enfermedades alérgicas en su mayoría, y de otras desregulaciones del sistema inmune».

Añadió que, «lamentablemente, también hay un incremento de cáncer, enfermedades oncoproliferativas a partir del virus. Se conoce que los virus pueden ser oncogénicos, o sea, que pueden estimular los genes que producen el cáncer, y no dudo que en el futuro aparezcan estudios acerca del coronavirus como oncogénico. No es una ciencia constituida todavía, pero sí pudimos ver cómo aceleró la enfermedad en pacientes con cáncer. Algo similar ocurre con las enfermedades autoinmunes.

«O sea, estamos hablando de hiperreactividad, inmunodeficiencia o desregulación, cáncer y enfermedades autoinmunes, cuatro aristas de la inmunidad que se modificaron a partir de la pandemia». 

De ahí que también la prevención sea hoy un imperativo, sobre todo, desde la atención primaria y la elevación de la cultura inmunológica desde las comunidades, definiendo con claridad a personas y factores de riesgo, y sobre la base de promover hábitos de vida más saludables.

«Debemos identificar todos los determinantes posibles de la salud que pueden influir en la inmunidad. Dígase, por ejemplo, alimentación, estilos de vida, estrés, factores ambientales, pues con una intervención desde el punto de vista educativo, con acciones concretas, podemos contribuir a mejorar la calidad de vida de la población, sobre todo desde la atención primaria, porque lo que nos llega a la atención secundaria y terciaria es para tratar, para curar, incluso para salvar, pero ya no podemos prevenir», concluyó la especialista.

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santi dijo:

1

16 de mayo de 2023

13:50:42


Felicidades al Dr Orlando Serrano y al equipo de inmunólogos de Las Tunas

Eulalia Serrano Barrera dijo:

2

16 de mayo de 2023

16:07:00


Felicidades por tanta entrega! Es tan bueno reconocer su trabajo! Exitos

Esther dijo:

3

16 de mayo de 2023

16:20:02


Honor a quien honor merece. Trabajo constante a pesar de la falta de recursos y se obtienen logros. Bendiciones para el equipo Tunero