ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Una vez recapado, este neumático trasero de tractor retornará en breve a una entidad de Azcuba que aguarda por él para sumar más equipos a las labores agrícolas. Foto: Germán Veloz Placencia

holguín.–Son gomas de tractor. Ahora lucen nuevas, gracias a la capa de rodamiento que le añadieron. Llegaron a la unidad empresarial de base (UEB) Recapadora Holguín Arsenio Escalona justo en el momento en el que la pericia humana y un proceso industrial, en el que son decisivas máquinas que trabajan a altas temperaturas (150 grados), les permitieron que, tras un intenso periodo de explotación, vuelvan a ser empleadas en los campos de caña.

«Deben rodar otros 45 000 kilómetros», dice el ingeniero químico Oscar Cables Santiesteban, director de la ueb, a lo que sobreviene la aclaración de que mucho dependerá del trato que reciban esos neumáticos.

Daniel Batista Alonso, jefe del Taller de Recape, describe que el uso de la materia prima es óptimo y parte del respeto a las normas técnicas según las medidas de los neumáticos, que es lo que determina la cantidad del material a emplear.

«Se logra a través del control que ejercen los jefes de turno y el técnico de calidad, aunque el responsable máximo de que no se viole ese proceso soy yo. Antes de ser entregadas a los clientes, las gomas se someten a una minuciosa supervisión visual. También se hincan con una lezna para comprobar si la parte añadida está bien pegada. Si se detecta una falla, no clasifican como producción terminada».

A la pregunta acerca de la posibilidad de sustracciones ilegales de materia prima, porque es muy demandada por personas que se dedican a elaborar artículos de la goma, responde que existe un chequeo sistemático. Hace dos años que no tienen delitos. «Cada mes rendimos cuenta del consumo de los materiales en correspondencia con las normas», aclara.

DESEOS Y REALIDAD

En la actualidad la planta solo recupera gomas para empresas de las provincias de Holguín, Las Tunas y Granma, pertenecientes al Grupo Azcuba, que, a partir de la disponibilidad de divisas, financió la importación de la materia prima, gestión de la que se encargó el personal especializado de la Empresa Nacional que integra la Arsenio Escalona.

A juicio de Oscar Cables, el cliente ha aplicado una estrategia coherente con sus posibilidades, lo cual debe ser tenido en cuenta por otros si se les presentan oportunidades similares.

Luego reflexiona: «Hay que tener en cuenta que del valor total de la goma, la banda de rodamiento constituye un 10 %. Si la repones, el neumático vuelve a la vida útil. Si explotas la goma hasta que llega a las cuerdas, entonces no se puede salvar. Significa que estás desechando el 90 % de su valor».

Hoy, revela, recuperan las gomas agrícolas, de gran tamaño, que son las 15.5-38 y las 750-20. También se incluyen las 12-20, 11-20, 1 000-20, 825-20, 9-20 y 7-50. Acerca de esos números, dice que constituyen nomenclaturas bien conocidas por los especialistas en transporte, operarios de equipos agrícolas y choferes en general.

El registro que lleva en la mente coincide con el de la computadora. En el presente año, el plan de recape de las tres provincias es de 1 965 neumáticos. En el transcurso del mes de abril han entregado el 52, 3 % de lo que debían enviar. En ese tiempo, los clientes recogieron 29 unidades. Así, paso a paso, desde la arrancada de 2023 hasta el instante de la visita de Granma, 357 se han devuelto a la vida útil.

A la jefa comercial de la ueb, Maciela Mendoza Serrano, le ocurre lo mismo en cuanto a las cifras fijadas en los planes productivos y de ventas. El año pasado, al Ministerio de Transporte, que también financió la compra de materia prima, le recaparon 525 gomas; y a Azcuba, 1 800.

Comenta, que, por cada goma agrícola salvada, los clientes pagan entre 9 000 y 12 000 pesos. Una búsqueda, en sitios de internet que ofertan este tipo de producto, revela que por cada neumático de tractor del tipo de los que hoy se recuperan en la planta, hay que pagar a los importadores cerca de 200 dólares.

Tal vez, a primera vista, a alguien le pueda parecer que no es mucho dinero para una entidad estatal. Pero, al tener en cuenta que no siempre se dispone de la cantidad de divisas requeridas por causa de procesos productivos lacerados por el bloqueo de Estados Unidos, engendro que también complica toda acción importadora, no hay duda de que el recape es una solución que no puede ser desechada siempre que existan condiciones para aplicarla.

Oscar y Maciela consideran que este periodo de serias limitaciones con la materia prima conspira contra la cultura del recape que la Arsenio Escalona ha querido llevar a centros e instituciones. Por eso, ella, pensando en que no se puede cejar en la educación del personal técnico, choferes de vehículos y operarios de equipos sobre neumáticos, dice que están listos para reanudar la labor educativa que acompaña a la actividad productiva. «Contamos con los especialistas y disponemos de materiales didácticos para realizar en las empresas seminarios y conferencias acerca de la necesidad de recuperar las gomas mediante nuestra vía».

DE LAS ALTERNATIVAS, LO HECHO Y LOS PLANES

Si la UEB apenas mantiene un turno de trabajo porque la actividad de recape está limitada por las causas descritas, ¿cómo se sostiene económicamente?

La respuesta, dice Oscar Cables, está en las alternativas aplicadas. El pasado año comenzaron a vender cloro, tanto a entidades como a personas naturales. La industria química, a la que pertenecen, les dio acceso a ese producto, el cual compran en Villa Clara, en una entidad de la rama, y lo transportan hasta las instalaciones de la ueb, donde realizan las ventas.

«En ese periodo, en nuestro Taller de Artículos de la Goma, fabricamos ruedas para vagones (carretillas) de uso en la construcción y otras de dimensiones menores, apropiadas para los carros colectores de basura y camillas de hospitales. Estamos encadenados con empresas como la 26 de Julio, a la que vendemos esos productos, mientras en sus talleres nos confeccionan los moldes que necesitamos».

Maciela Mendoza expone que, al cierre de 2022, las producciones alternativas les aportaron 305 000 pesos. Fue, refiere, el periodo en que sentaron las bases para adentrarse en ese mundo, que parte de las posibilidades de diversificación de la entidad y del interés por no dejar trabajadores sin empleo.

En el actual año, puntualiza, sumaron la elaboración de lejía, jabolina y betún para zapatos. A la vez, mantienen los productos de goma mencionados y las ofertas para impermeabilizar techos de ómnibus. Y tienen más posibilidades, como confirma la reciente puesta en venta de alfombras para colocar en vehículos.

Este año, desde enero hasta la primera mitad de abril, han ingresado millón y medio de pesos por las producciones alternativas, que llegaron para quedarse e incrementarse en la medida de lo posible, afirma la especialista.

Un paso próximo por dar es la apertura de una tienda en áreas de la ueb, decisión que cuenta con la correspondiente licencia comercial y la definición de un local con condiciones apropiadas.

Ahora están en proceso de mejoramiento de la capacidad de almacenamiento del aceite que adquieren para elaborar jabolina. Con respecto al cloro, ocurre lo mismo, al tiempo que han firmado un contrato con la industria militar de Villa Clara, con el fin de que esta les proporcione envases plásticos de uno, dos y cinco litros, que, una vez llenos, facilitan la comercialización.

«Tenemos la tarea de garantizar el cloro a Educación de las provincias de Holguín, Las Tunas y Granma. Los envases plásticos de los que hablamos incrementan las medidas de seguridad requeridas para el uso de esa sustancia en círculos infantiles y escuelas», comenta Maciela Mendoza, quien agrega que, de acuerdo con una indicación reciente, se encargarán del suministro de cloro a establecimientos turísticos de las tres provincias.

Pedro Mora Pérez, experimentado y versátil operario, apoya resueltamente la voluntad de la dirección de la ueb de poner en funcionamiento todos los equipos del Taller de Artículos de Goma, en el que se emplean desperdicios del recape, que representan el 3 % del total de la materia prima procesada, así como partes de esta no aptas por varias causas. 

«Si recuperamos dos prensas que llamamos “cuello de ganso”, podrá triplicarse el fundido de gomas de mediano tamaño, como las que emplean las camillas de hospitales, depósitos para basura y pequeños carros de servicio. Por su diseño admiten moldes diversos, de ahí que se pueden usar en la fabricación de gomas de vagones, alfombras para vehículos y hasta sellos grandes», añade.

Una parte de los artículos mencionados sale, igualmente, de una vieja prensa soviética reparada tiempo atrás con participación de especialistas de la ueb Holguín de la Empresa de Automatización Integral, quienes le restablecieron el sistema eléctrico y le añadieron un autómata. Todos aquí afirman que valió la pena invertir los 700 000 pesos que costó ponerla de alta.

Otros tres equipos de igual tipo esperan por un mejor momento económico de la empresa para recibir beneficios similares. Por ese motivo no han prosperado las proposiciones de tomar componentes de dos de ellos y poner en funcionamiento un tercero. Cuando eso ocurre, por lo general se están sentando las bases para el «canibalismo tecnológico», sentencia Oscar Cables.

Disponen allí de 500 moldes para producir una amplia variedad de artículos de goma. Se han conservado bajo el más estricto control, para evitar su pérdida y usarlos cuando se recupere totalmente el taller.

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