ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Camila admite que la mayor alegría es rescatar con vida a personas que hayan sufrido cualquier tipo de traumas o accidentes, sin importar los riesgos a los cuales se exponen. Foto: Tomada del periódico Girón

Matanzas.–Al llegar este sábado al Hospital Faustino Pérez, la joven cirujana Camila Ramos Pérez estaba como trémula, con aspecto de haber dormido poco y mal. Tiempo después le pusieron un parche adhesivo para tapar uno de sus ojos.

En esas condiciones no debió venir a trabajar, pensaron quizá algunos de sus compañeros al verla sentada en la consulta de cirugía del cuerpo de guardia, y mucho menos subir al salón de operaciones. Pero, por lo visto, Camila es muy consagrada a sus deberes profesionales.

¿Qué te pasó en ese ojo?, le preguntó Taymí Martínez Naranjo, directora general del centro asistencial. «Una basurita, profe», respondió la joven doctora. «¿Qué tipo de basurita?, ¿hollín?»…

Ese breve diálogo entre ambas doctoras se hizo viral en las redes sociales.

Lo cierto, según cuenta Taymí, es que la oclusión ocular de la residente de tercer año de Cirugía General fue por el impacto de alguna partícula que afectó su córnea mientras apoyaba en el accidente ocurrido en la termoeléctrica Antonio Guiteras, tanto en el rescate de los trabajadores atrapados en la chimenea como en la extracción del hollín y los escombros.

Fueron inútiles las súplicas de sus compañeros, y hasta alguna que otra maniobra astuta que se le ocurrió a alguien para que la joven dejara el trabajo y priorizara su bienestar físico y hasta emocional.

Camila es rescatista voluntaria hace unos diez años, desde la época en que era estudiante universitaria. Integra el grupo especializado en Operaciones y Socorro de la Cruz Roja de Matanzas.

Es un excelente ser humano, dispuesta siempre a prestar su ayuda a los damnificados y a apoyar a sus compañeros, comentó Judith Rodríguez Reyes, al frente de ese team de gente brava, sin miedo alguno.

Así como otros integrantes del grupo, Camila admite que la mayor alegría es rescatar con vida a personas que hayan sufrido cualquier tipo de traumas o accidentes, sin importar los riesgos a los cuales se exponen.

Es feliz en ese medio, cerca de los bomberos y de otros miembros de las Fuerzas de Salvamento y Rescate. Su condición de médico facilita poner en práctica lo que sabe, transmitir sus conocimientos a los más jóvenes, así como dar los primeros auxilios a los lesionados y ofrecer ánimo y consuelo a personas en momentos de apuros.

«El pueblo agradece mucho nuestra ayuda, en la calle nos abrazan y felicitan, en actos de gratitud al valor y al altruismo», resume Judith Rodríguez Reyes, la mujer que capitanea con rigor ese equipo especializado.

Orgullosa de su disciplina inflexible, convencida de que era inútil cualquier tentativa, de que Camila se resistiría a irse a descansar para su casa, la directora del Faustino Pérez se limitó simplemente a darle un abrazo y decirle gracias a esa mujer «dulce, tranquila, en la que no hay una pizca de vanidad ni de arrogancia».

Se admira al corroborar que personas como ella son los médicos del futuro, «mejores de lo que somos y seremos nosotros», con vocación definida, capaces de imponerse otro oficio como el de rescatista con resultados igualmente innegables.

Taymí llegó a revelar con franqueza que un día, de ser necesario, le gustaría que le tocara una cirujana como Camila.

 

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carlos lugo rodriguez dijo:

1

13 de abril de 2023

05:37:38


GRACIAS CAMILA asi se hace PATRIA, sos una heroina mas de nuestro pueblo que te lo agradece e inspiras a imitarte.

Lya dijo:

2

13 de abril de 2023

08:59:57


Gracias Camila, llevas un nombre grande contigo, y lo honras con tu gran corazón!