La contralora general de la República, Gladys María Bejerano Portela, al concluir el Tercer Taller Nacional para evaluar los resultados del ejercicio del Control Concurrente en las 179 entidades en las que se realizó, resaltó que contribuyó a garantizar una cultura de control en las administraciones dirigidas al perfeccionamiento continuo.
Con carácter esencialmente preventivo, el Control Concurrente no sustituye la necesidad de realizar auditorías cuando se considere necesario, ni al control que debe ejercer la administración, pero sí demostró la utilidad de jerarquizar el trabajo de los auditores internos de base, y contribuyó a elevar el estado del control interno, y la eficiencia y eficacia en la gestión administrativa.
Este ejercicio de control, en el cual concurren la administración, auditores, expertos y trabajadores de la propia organización, tiene el objetivo de contribuir a la identificación y prevención de riesgos y formular recomendaciones a las instancias que correspondan, de manera que permitan adoptar las medidas correctivas necesarias, elevar el estado de control interno y los resultados en la gestión.
Así se ha demostrado en la práctica, y muchas veces la pregunta ha sido: ¿cómo no nos hemos dado cuenta antes de algo que nos estaba afectando la productividad, la eficiencia o la calidad de la producción o los servicios? La respuesta, sencilla, es razonar los problemas integralmente y en equipo, para buscar las mejores soluciones.
El control concurrente se desarrolla, fundamentalmente, a los procesos, actividades y operaciones estratégicas, que inicien o están en curso en una entidad, enfocada tanto a la actividad empresarial como presupuestada, para el cumplimiento de la misión y de los objetivos de trabajo, entre los cuales se encuentran: la ejecución del presupuesto; el impacto de la tarea ordenamiento; la contratación económica; los procesos inversionistas; los resultados del control de la gestión productiva y los servicios en su encadenamiento; el avance y la aplicación de la investigación, desarrollo e innovación; la implementación,
generalización, cumplimiento e impacto socio-económico de las medidas aprobadas por el Gobierno para fortalecer a la empresa estatal y a las acciones priorizadas para potenciar la producción de alimentos.
Es un enriquecimiento de la cultura de control que tiene que estar dentro de todos los procesos, una nueva forma de controlar y un estímulo para cambiar todo lo que deba ser cambiado en busca de la eficiencia y de la eficacia.
No es una campaña, sino un ejercicio para integrar y coordinar las fuerzas que tenemos en un equipo, en el cual todos tienen que aportar para su desarrollo, para cerrar las brechas a las indisciplinas, las ilegalidades, la corrupción, las pérdidas innecesarias y el incumplimiento de la función social asignada a la empresa estatal socialista.



















COMENTAR
AAD dijo:
1
17 de febrero de 2023
13:47:45
joseantonio dijo:
2
6 de abril de 2023
08:49:48
Responder comentario