ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
José y su hijo Niorge Misael laboran como linieros de la brigada de trabajo en líneas energizadas. Foto: Juan Carlos Dorado

Cienfuegos.–A ambos los une, además de compartir el mismo hogar, la pasión por trabajar en la línea. Conocen que es un riesgo, pero dan el paso cuando se les requiere.

José Azday Pedraza Escobar (Joseíto) y su hijo Niorge Misael Frías Blay –lo es cabalmente, aunque no tenga el mismo apellido– laboran como linieros de la brigada de trabajo en líneas energizadas.

Son gente solidaria y responsable, tan querida como respetada en la unidad empresarial de base Centro de Operaciones, de la Empresa Eléctrica Cienfuegos.

Es un trabajo de hombres curtidos, pero sobre todo, conscientes de su gran importancia social y económica. Ellos son los protagonistas en momentos sensibles para el país, cuando se demanda el máximo esfuerzo para solucionar, en el más breve tiempo posible, los destrozos provocados por huracanes u otros desastres naturales.

Quizá la inquietud de desear de forma rápida el regreso de la electricidad impide a algunas personas comprender cuán complejo resulta, por dentro, el quehacer de estos hombres en escenarios semejantes, cuán grande es su sacrificio, lejos de sus hogares, en condiciones de labor en extremo difíciles.

Joseíto ha sido parte de estas experiencias a lo largo de sus casi 28 años de labor –periodo en el cual ha ocupado distintas responsabilidades, incluida la de jefe de brigada–, pero la que más lo impactó hasta hoy fue el tornado en La Habana, fenómeno con una significativa estela de destrozos. 

Recuerda que en solo cinco días lograron resolver las averías y fue muy gratificante ver la respuesta de la gente que, en medio de tanto desastre, al menos pudo tener la corriente. A su juicio, eso es algo incomparable.

Joseíto y su brigada también llegaron en fecha reciente a Pinar del Río. Allí permanecieron cerca de dos meses, y su premisa –afirmó– consistió en restablecer el servicio en cada circuito donde trabajaron, proponiéndose hacerlo lo más pronto posible.

Niorge Misael lo admira y ha seguido sus pasos. Desde pequeño, en casa, observaba las rutinas de aquel hombre que llegaba con su uniforme de trabajo y sus botas. El niño lo miraba con orgullo. Quizá entonces no sabía que, algún día, le seguiría los pasos; mas el destino a la larga lo condujo a compartir labores con Joseíto.

El joven (quien también pudo participar en esa batalla heroica suscitada en Pinar del Río tras el paso del huracán Ian) compartió que él y su padre se cuidan mucho cuando están en medio de cualquier labor, dado el peligro que implica.

«Yo soy el primero en cumplir con todo, para ser un ejemplo para nuestros compañeros. En la casa es de una manera, pero en el trabajo se impone el cumplimiento de lo que se asigne y hacerlo todo bien. Siempre trato de estar en el lugar en que hay que hacerlo», confesó Niorge Misael Frías.

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Carmelo Agamez Berrío dijo:

1

16 de enero de 2023

11:23:29


Ejemplo y solidaridad familiar