El central de Tuinucú es el único que muele en la provincia de Sancti Spíritus. La noticia aún resuena, como si fuera un eco, dentro de la Empresa Agroindustrial Azucarera Melanio Hernández, escogida por su eficiencia para que su central fuera uno de los 23 que desarrollen la zafra azucarera 2022-2023.
La zafra comenzó para el Melanio el pasado 13 de diciembre. Destaca la disposición de directivos y trabajadores para esta contienda atípica; sin embargo, no dejan de reconocer las limitantes en cuanto a recursos que deben sortear para lograr los objetivos.
¿POR QUÉ Y CÓMO EL MELANIO?
El central Uruguay, coloso azucarero del municipio de Jatibonico, tuvo que detenerse este año por las pérdidas económicas y la movilización de recursos que amerita un central como ese.
Es por ello que el central Melanio Hernández, ubicado en Tuinucú, municipio de Taguasco, más pequeño, fue el escogido: es más fácil dedicar el poco recurso existente a su mantenimiento.
«En la decisión primó un tema económico», precisa a Granma Antonio Viamontes, director de la empresa; «es un central eficiente que tiene una destilería al lado, para producción de derivados, principalmente el alcohol. Esta vez no solo se está apostando a un plan de azúcar, sino a un plan de ingresos a partir de la diversificación».
–¿Cómo está prevista la zafra?
–El plan de zafra se concibió por primera vez de forma no tradicional. En la primera etapa se molerá caña para obtener meladura para la producción de aguardiente y rones; en una segunda etapa, nos centraremos en el plan de azúcar, y en una tercera etapa, al final, volveremos a obtener meladura.
«Esto va a permitir detectar los inconvenientes antes de comenzar con la producción de azúcar y hacer los ajustes».
–¿Cuál es el plan de producción de azúcar en esta contienda?
– Está previsto moler en esta zafra 341 000 toneladas de caña, 281 000 para la producción de azúcar y el resto para meladura. Con esa producción de meladura en todo el país en la primera etapa se garantiza la bebida de la población en fin de año. El plan de azúcar de la zafra es de 23 518 toneladas, el doble de la anterior, aunque aún está por debajo del potencial.
–¿No hay riesgos para la industria en las condiciones actuales?
–Es una gran responsabilidad mantener al central moliendo. Para nadie es un secreto que los centrales tienen una obsolescencia tecnológica que se agrava, con piezas grandes que tienen más de cien años; pero ha habido que sortear los escollos, hacer adaptaciones… No deja de ser un gran reto para la industria porque en los últimos años la molida no ha rebasado un 50 % de la capacidad y estamos planificándonos un 75 %.
«Hay problemas también en la cosecha, con el transporte, con las combinadas. Hoy no se ha completado el 50 % del balance de esos recursos, principalmente por falta de gomas y batería. Nuestra comercializadora, Azumat, se encarga de distribuir estos recursos».
– ¿De dónde sale el capital de inversión para mantenimientos, salarios…?
–Trabajamos con un crédito que se nos da por adelantado del plan de producción de azúcar: se nos adelanta el pago de esa azúcar que vamos a vender y así se monta el presupuesto.
–¿Cuántos trabajadores tiene la empresa actualmente?
–Alrededor de mil trabajadores. La estructura de la empresa parte de su eje, el central; además, tenemos dos unidades empresariales de base: la de derivados y la de servicio agrícola.
–¿Qué derivados se producen?
– Rones, alcoholes, miel proteica, miel-urea-bagacillo, levadura saccharomyces… todos se comercializan y son altamente demandados. Y con el bagazo se alimentan nuestras calderas en materia energética: generamos corriente, nos autoabastecemos al ciento por ciento y entregamos un 30 % a la red.
«En la zafra anterior, a los trabajadores se les pagó más de un millón de pesos por concepto de entrega de energía eléctrica. En esta zafra esperamos generar, según lo planificado, alrededor de 127 megawatts diarios».
–¿Hay ajustes salariales?
–Cuando se aplicó la Tarea Ordenamiento el salario de los trabajadores industriales, con una función compleja dentro de la empresa, se vio perjudicado; entonces ocurrió un éxodo de trabajadores en el sector porque dejó de ser atractivo el puesto de trabajo. Ahora se va a garantizar una mejora salarial a los industriales para que el salario ronde los 8 000 CUP. Con las ganancias que la empresa genere, pudieran ganar más.
–¿Hay otros beneficios además del salario?
–Hemos trabajado en la atención a los obreros, nuestro colectivo está motivado porque buscamos resortes en medio de las necesidades: ferias, ventas de alimentos a precios módicos (huevo, arroz, frijoles, viandas, carne de cerdo…), estimulaciones, reconocimientos; aunque creemos que se puede hacer mucho más.
«También nos hemos vinculado a la comunidad donde estamos enclavados (Tuinucú). Nuestra empresa significa mucho para el municipio, por lo que tenemos una mirada social: resolver los problemas y mejorar la comunidad».
–¿Es la producción azucarera el principal renglón de ingreso?
–En condiciones normales el centro de ingreso es la producción de azúcar. Ahora estamos en una situación coyuntural donde los derivados tienen un peso importante. Incluso hoy, en el resultado del año, el mayor aporte lo ha hecho la destilería con 48 millones de pesos. Hablando claro, hoy la destilería es la gallina de los huevos de oro de la empresa.
«La destilería produce la marca de ron Santero, lo comercializa Tecnoazúcar. Estamos trabajando en un contrato de asociación económica internacional, con un socio español, para producir y comercializar el producto estrella Santísima Trinidad. Este contrato debe concretarse en los primeros días del próximo año. Podrá resolver el tema de los envases, etiquetas y las tapas que están en falta ahora».
–¿Cómo marcha la implementación de las medidas para incentivar la producción?
–Comenzamos a aprovechar las medidas que se deben aplicar: las 48 del sistema empresarial, las 63 relacionadas con las bases productivas y las 93 propias del sector (agricultura), lo que ha garantizado resultados, aún incipientes, pero en busca de lo que se quiere de la empresa estatal socialista.
«La Empresa hoy cumple el encargo estatal de leche, el encargo estatal de carne vacuna, las campañas de cultivos varios. Abastecemos a más de 7 700 habitantes en más de 15 comunidades de la provincia».
–Entonces, ¿marchan bien las utilidades?
–Hemos transitado con utilidades en todo lo que va de año. Al cierre de octubre se habían generado 24,8 millones de pesos de utilidades de un plan de 1,5 millones que se planteó. Se han repartido utilidades y también hemos realizado pagos por alto desempeño.
«En el próximo año esta empresa aplicará el Decreto 53 de la descentralización del salario, lo que es posible, precisamente, por el rendimiento que hemos tenido», señala Antonio Viamontes.
DENTRO DE LA INDUSTRIA
Liber Ramírez Pérez, especialista de Mantenimiento, tiene 28 años de trabajo en este central y sigue creyendo que lo vital pasa al día de hoy por el compromiso laboral.
«Es el único central que va a moler en la provincia y, aunque tenemos problemas en el tema de las reparaciones, hay que tomar un papel protagónico para resolverlos. No podemos fallarle a la dirección provincial ni a la del país. Haremos una zafra con calidad», asegura.
Con su opinión coincide Francis Robert Ortega, jefe de Instrumentación del central, quien ve con buenos ojos los cambios en la política salarial: «En las industrias era donde más se carecía de fuerza de trabajo. Ahora el salario estará compuesto de dos partes: una fija y una móvil, según la producción.
«Esperamos hacer una zafra con molidas estables, algo de lo que se ha carecido en los últimos años. Eso también traerá consigo que mejoren los indicadores de eficiencia y los rendimientos de la fábrica, lo cual repercutirá en el bolsillo de los trabajadores».
Robert Ortega piensa, además, que la inventiva y la capacidad creativa de los trabajadores han sido fundamentales para alistar el central lo mejor posible: «Aunque la zafra no sea espléndida en cuanto a recursos, tenemos que echar pa’lante con lo que tenemos».
Solo el Melanio encendió sus calderas esta zafra en tierras espirituanas; pero está acompañado por los trabajadores de la Empresa Agroindustrial Azucarera Uruguay, que aportarán el 60 % de la caña; de las autoridades del territorio, que apoyarán y revisarán el trayecto, y de un colectivo de obreros capaz de asimilar los retos actuales y dar lo máximo en la faena por su central.
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Eddy dijo:
1
24 de diciembre de 2022
07:51:48
Franz dijo:
2
26 de diciembre de 2022
08:06:49
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