ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Foto: Fotocomposición: Carlos M. Perdomo

Hay tanto de simbólico en aquel amanecer memorable en el que un desembarco azaroso se convirtió en una epopeya de arrojo juvenil, que la historia nos convoca, cada año, a rememorar la fecha del 2 de diciembre de 1956 como uno de los referentes ineludibles en los que se sustenta la épica resistencia del pueblo cubano.

Cómo no estremecerse entonces al repasar el tortuoso camino –entre mangles, ciénaga y tramos espesos de raíces y troncos partidos– que tuvieron que recorrer durante dos horas los 82 expedicionarios del yate Granma, antes de pisar tierra firme con llagas en los pies, heridas en el cuerpo y la amenaza de la aviación enemiga sobre sus cabezas. 

Cómo no asombrarse ante la voluntad descomunal de aquellos bisoños revolucionarios que, liderados por Fidel, venían decididos a «ser libres o mártires», porque la Patria ultrajada aguardaba, anhelante, otro grito de guerra que volviera a prender la llama libertaria de Céspedes, Maceo, Gómez, Martí y Mella.

Cómo no reverenciar a los héroes de aquella gesta, quienes solo tres días después del desembarco tuvieron su bautismo de fuego en Alegría de Pío, con un saldo doloroso de tres combatientes caídos, la fractura de la columna, y la dispersión de los revolucionarios, algunos de los cuales fueron víctimas de la cacería humana desatada por el ejército batistiano.

Pero ese revés no quebraría el espíritu de lucha de aquel grupo de incipientes rebeldes, en cuya palabra empeñada estaba la promesa de un futuro posible de independencia y soberanía para Cuba.

Cinco Palmas lo reafirmaría luego en aquel reencuentro entrañable entre Fidel y Raúl, marcado por la convicción plena en la victoria, aunque en ese momento solo contaran con ocho hombres y siete fusiles. El líder lo vaticinaría eufórico: ¡Ahora sí ganamos la guerra!

Así se comenzó a pintar de verde olivo la esperanza del país. Así nació el Ejército Rebelde que, dos años después, derrocaría a la tiranía e iniciaría cambios sociales en los que la defensa nacional tendría una sola doctrina: la guerra de todo el pueblo, con las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) en la primera trinchera.

Desde entonces, ese ejército nacido del propio pueblo ha sido un baluarte indispensable para la nación, no solo en la preparación combativa del país y en el desarrollo de misiones internacionalistas exitosas, sino también en el empuje de cada paso de la Revolución en que se han requerido sus aportes.

Ahí están los hombres y las mujeres uniformados que se sumaron a la batalla contra la COVID-19; los que no dudaron en producir y trasladar oxígeno medicinal cuando más el país lo necesitó; los que pusieron el pecho para ayudar a enfrentar el incendio en la base de supertanqueros de Matanzas; o los que hace poco fueron a levantar una provincia azotada por la fuerza de un huracán como Ian.

En esa obra inmensa de las FAR está implícita la herencia altruista y emancipadora que desembarcó con los expedicionarios del yate Granma, hace hoy 66 años.

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Yolanda dijo:

1

2 de diciembre de 2022

08:32:47


Muchas Felicidades para cada miembro de las FAR, esos que constituyen parte nuestra familia, gracias por estar ahí en cada segundo de nuestros vidas

Manuel Domínguez Moreno dijo:

2

2 de diciembre de 2022

08:36:17


¡¡¡ FELICIDADES A LOS COMBATIENTES DE LAS FAR !!! Hazaña, heroicidad y proeza, los expedicionarios que hoy, hace exactamente 66 años, desembarcaron en el yate Granma. Valiosos y decididos hombres, que al mando de nuestro Invicto Comandante en Jefe, llegaron a Cuba, para ser libres o mártires, combatiendo a los que vasallaban y tiranizaban al pueblo. La historia nos relata, el momento del reencuentro de Fidel en Cinco Palma, con un grupo de guerrilleros, que tras el tiroteo de Alegría de Pío, se habían dispersados, y al ver que tenían siete fusiles, exclamó ... "ahora sí ganamos la guerra". Cuánta fé en la victoria. Fueron estos bravos e intrépidos revolucionarios, los que nos dejaron un patrimonio y un legado bien definido, para las futuras generaciones. Hoy, las Fuerzas Armadas Revolucionarias y pueblo en general, estamos listos para la defensa de nuestras conquistas, y podemos decir que si ayer, éramos un puñado de hombres y mujeres, hoy somos un pueblo entero conquistando el porvenir. En el discurso de nuestro Comandante en Jefe el 27 de marzo de 1960, con motivo al desfile de las milicias populares, sentenció: ... "¡ ojalá nuestros enemigos comprendan que un pueblo así no es fácil de agredir, que a un pueblo así no se le puede vencer !, porque nosotros hemos hecho nuestra, definitivamente, aquella consigna de quien fue la máxima expresión de la combatividad y del valor cubanos, Antonio Maceo: ... “¡ Quien intente apoderarse de Cuba, recogerá el polvo de su suelo anegado en sangre !” ... ¡¡¡ VIVAN FIDEL Y RAÚL !!! ... ¡¡¡ VIVAN LAS FAR !!! ... ¡¡¡ PATRIA O MUERTE !!! ... ¡¡¡¡¡¡ VENCEREMOS !!!!!! ... ¡¡¡¡¡¡ VENCEREMOS !!!!!! ... ¡¡¡¡¡¡ VENCEREMOS !!!!!! ... Siempre-siempre VENCEREMOS , porque nuestro pueblo, no está diseñado para la derrota.